En la historia del motor hay muchos coches que no recibieron todo el cariño que se merecían. ¿Por qué? Las razones para no conquistar al público son variadas: muchos estaban demasiado adelantados a su tiempo, otros eran demasiado caros, algunos tenían un diseño un tanto extraño, en determinados casos las marcas no supieron venderlos… Hoy recuperamos algunos de estos particulares casos: ¿te suenan?
1. Peugeot RCZ
Hubo un tiempo en el que Peugeot quiso convertirse en la alternativa de aquellos conductores que habían caído rendidos a los pies del Audi TT… y no podían permitírselo. Para ello crearon el Peugeot RCZ, un coupé con un diseño en el que llamaba poderosamente la atención aquel techo de doble burbuja.
Firmado por Peugeot Sport, presumía de unas increíbles prestaciones: pasaba de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y tenía una velocidad punta de 250 km/h. Algo que lograba gracias a un motor turbo de cuatro cilindros y 1.6 litros que desarrollaba 270 CV de potencia. La baja demanda escribió el punto final de su historia en 2015.
2. Saleen S7
Como ocurre con muchos modelos estadounidenses, en el Saleen S7 todo era grande. Medía 4,77 metros de largo y 1,98 metros de ancho: bajo esa enorme carrocería se escondía un V8 atmosférico de 7.0 litros ubicado en la parte trasera y asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades.
Aquel bloque era capaz de entregar 550 CV… que luego se convirtieron en 750 CV con la versión biturbo. No es de extrañar, por tanto, que alcanzase una velocidad máxima de 354 km/h. Y todo esto teniendo en cuenta que pesaba menos de 1270 kilos.
3. Mosler MT900
Si alguna vez has jugado al Forza Horizon, te sonará el Mosler MT900. Un coche que aunó diferentes estilos… literalmente: la parte delantera recuerda, poderosamente, al Dodge Viper mientras la trasera evoca, claramente, los rasgos del Chevrolet Corvette C5. Sólo se fabricaron 25 unidades y George Lucas fue el primero en adquirir una de ellas.
La influencia de la marca de Detroit no terminaba ahí: su V8 era una variante del motor que montaba el Chevrolet Corvette Z06 y entregaba 610 CV, aproximadamente. Con esa cifra era capaz de pasar de 0 a 100 km/h en tan solo 3,1 segundos, pero, claro, el Mosler MT900 pesaba 997 kilos.
4. Holden Ute
Holden es una famosa marca de Australia que, más allá de las fronteras de su país, no es tan popular: cruzarse con uno de sus peculiares vehículos es complicado porque se venden únicamente allí y si quieres uno, tendrás que importarlo.
Hacemos especial énfasis en el adjetivo “peculiares” porque fabrica pick-ups de corte de deportivo y estilo coupé. Sí, la Holden Ute esconde bajo esa carrocería un V8 atmosférico de 6.0 litros, que manda sus 370 CV de potencia a las ruedas traseras.
5. Spyker C8
Terminamos nuestro recopilatorio con Spyker, una marca holandesa cuya historia ha estado marcada por sus constantes idas y venidas. La última vez que se habló de su regreso ha sido este mismo año.
Uno de los modelos más llamativos que creó fue el Spyker C8, un vehículo que, rindiendo homenaje al pasado del fabricante, usó aluminio de calidad aeroespacial para fabricar todos sus componentes: chasis incluido. El Grupo Volkswagen se convirtió en su principal proveedor: no sólo es posible reconocer en su interior elementos de las marcas del consorcio alemán, sino que el motor (un V8 de 4.2 litros) estaba firmado por Audi. Para la puesta a punto, eso sí, recurrieron a Lotus.