Mucho se ha hablado ya de las dificultades económicas de la más que innovadora Tesla, una compañía en la que lo convencional nunca ha tenido espacio entre sus filas. Lo que sí es un término clásico es el de recortes, a los que Tesla se enfrenta para intentar cuadrar unos números que, desgraciadamente, siguen sin salir.
Tesla despedirá al 9% de su plantilla
Tesla siempre ha sido una empresa afortunada en términos monetarios. Los beneficios brillan por su ausencia desde sus orígenes y ni siquiera su CEO, el polifacético Elon Musk, tiene hoy día un sueldo. La situación económica de Tesla no es brillante, nunca lo ha sido, y parece que el tiempo ha provocado una herida aún más grande en las filas del fabricante americano.
Ahora Tesla se ve forzada a realizar una de las maniobras más dolorosas que puede llevar a cabo una empresa: una reducción de plantilla de proporciones más que destacables. El propio Elon se ha encargado de hacer pública la decisión a través de un tweet donde explica los motivos que le han llevado a tomar esta decisión: buscar la rentabilidad y presentar beneficios a corto plazo.
La reducción de plantilla, que supondrá el despido de aproximadamente el 9% del personal de Tesla, se llevará a cabo de forma individual, evaluando el rendimiento de cada trabajador, aunque estos despidos no afectarán a los trabajadores asociados a la producción.
El visionario Musk lleva tiempo intentando traquilizar al accionariado -y a las hordas de seguidores- de Tesla con anuncios como la futura llegada del primer camión de Tesla, el Tesla Semi, o la nueva generación del Tesla Roadster con capacidad para acelerar de 0 a 100 km/h en 1.9 segundos y unos más que dudosos 10.000 NM.
Sin embargo, uno de sus productos estrella y el que, se supone, iba a traer la rentabilidad a la empresa, el Model 3, no está cosechando los resultados que se esperaban. La principal razón son los problemas en su producción, que se está retrasando semana tras semana y no consigue alcanzar la soñada cifra de 6.000 unidades a fabricadas a la semana.
