Abarth cuenta con una larga trayectoria en el terreno de los vehículos deportivos…y una corta oferta a día de hoy. Centrados en dos modelos, el Abarth 595 y el Abarth 124 Spider, la marca ha decidido lanzar una edición especial para celebrar las siete décadas de historia del preparador: se llama Abarth 695 70º Aniversario, y su planteamiento no puede ser más radical.
El FIAT 500 es toda una fuente de alegrías para el fabricante italiano, que ha hecho de su pequeño urbanita su particular gallina de los huevos de oro, algo extrapolable a sus versiones deportivas firmadas por el preparador Abarth, que ha adquirido tanta relevancia que ya es un fabricante independiente, al más puro estilo Cupra.
En la actualidad el Abarth 595 es uno de los pequeños deportivos más atractivos del mercado, gracias a su imagen agresiva, un equipamiento con todo lo que podemos necesitar, una dinámica de conducción brillante y un precio de compra muy reducido, al menos en sus versiones de acceso, disponibles desde menos de 17.000€.
Abarth 695 70º Aniversario: sin vergüenza
Para los amantes del aspecto más deportivo -y para aquellos que no sufran con las miradas del resto de conductores- Abarth acaba de presentar el Abarth 695 70º Aniversario, la versión más especial y exclusiva de la gama, limitada a 1949 unidades. Estrena un nuevo kit estético, con ensanchamientos en las aletas, taloneras y un prominente alerón en el portón del maletero que, además se puede regular en múltiples posiciones.
La carrocería está pintada en la exclusiva tonalidad «Monza 1958 green livery», mientras que los detalles que ensanchan las aletas, los bajos y las tapas de los retrovisores están rematados en color «Gris Campovolo». Las llantas de aleación SuperSport, de 17″, están pintadas en color negro mate, ofreciendo un contraste muy llamativo. En el interior los cambios son menores, limitándose a una nueva tapicería tricolor para los semi-backets Sabelt.
Mecánicamente el Abarth 695 70º Aniversario es, en realidad, un Abarth 595 Essesse, con su mismo propulsor 1.4 Turbo de 180 CV asociado a una caja de cambios manual de 5 velocidades con diferencial autoblocante. Mantiene también el mismo equipo de frenos, con pinzas Brembo de 4 pistones en el eje delantero que muerden unos discos perforados de 305 mm de diámetro, así como el escandaloso sistema de escape Record Monza con cuatro salidas vistas.
La principal diferencia radica aquí en el gigantesco alerón posterior, puesto a punto en túnel de viento y que es capaz de generar, en su posición más elevada, hasta 42 kilos de fuerza descendente a 200 km/h. Las prestaciones siguen siendo más que serias: acelera de 0 a 100 km/h en 6.7 segundos, alcanzando una velocidad punta de 225 km/h.
