Hace ya un par de años, Ford y Volkswagen anunciaron una colaboración estratégica de futuro, centrada en vehículos comerciales y electrificación. Este acuerdo se ha fraguado poco a poco, y aprovechando este periodo de crisis post-covid – aunque toda crisis esconda oportunidades – es ahora cuando ambas marcas detallan su colaboración, y su alcance. Lo más destacado es que Volkswagen construirá la próxima furgoneta compacta de Ford, y Ford construirá la próxima pick-up de Volkswagen. Pero el acuerdo va mucho más allá, y hay muchos detalles que desgranar.
¿Por qué ambas marcas se han aliado? El objetivo de una alianza de este calibre siempre es alcanzar sinergias productivas, comerciales y económicas, aprovechando las fortalezas de ambas partes para minimizar las debilidades de cada parte del acuerdo. Ford es líder mundial en pick-ups y Volkswagen Vehículos Comerciales goza de gran relevancia en el mercado europeo. Esta alianza tiene un objetivo ambicioso, pero alcanzable: busca convertirse en líder mundial en pick-ups medianos y vehículos comerciales ligeros.
Volkswagen Caddy
La pujanza de ambas marcas en mercados complementarios – Europa y Estados Unidos – permitirá que puedan acceder a mercados donde su penetración era inferior. Entrando en harina, Ford recibirá de Volkswagen una nueva Ford Transit Connect basada en las nuevas Volkswagen Caddy de quinta generación. Por su parte, Volkswagen recibirá una nueva Amarok desarrollada por Ford sobre la base de la nueva generación de las Ford Ranger. Por último, Ford desarrollará unilateralmente el sucesor de las actuales Volkswagen Transporter y Ford Transit.
Como podéis ver, el potencial de este acuerdo estratégico es amplio y se enmarca en segmentos que llevan ya décadas beneficiándose de colaboraciones estratégicas. Sin ir más lejos, las Isuzu D-MAX y Mazda BT-50 eran el mismo coche, y lo mismo ocurría con la pasada generación de las Volkswagen Crafter y Mercedes Sprinter. En comerciales más ligeros tenemos casos tan claros como el de las Renault Kangoo/Mercedes Citan o el trío de comerciales ligeros del Grupo PSA. Pero no termina aquí, porque Ford también empleará la plataforma MEB para desarrollar coches eléctricos.
A partir de 2023 y al menos hasta el año 2028, Ford comprará al menos 600.000 plataformas MEB para desarrollar vehículos eléctricos. Uno de los eléctricos que más se ha rumoreado – y que ambas marcas ya confirman – es un hermano pequeño para el Ford Mustang Mach-E, también vendido bajo el paraguas «Mustang». Por último, ambas marcas han invertido conjuntamente en Argo, una empresa desarrolladora de soluciones de conducción autónoma, en la que hasta ahora solo Ford participaba. En este terreno tan volátil, las economías de escala son imprescindibles.
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