El acuerdo entre Bruselas y Pekín acerca de los aranceles a los vehículos eléctricos que se importante a territorio europeo está dando tantos bandazos como las políticas del Viejo Continente al respecto de la electrificación. Las informaciones desde finales de octubre se han vuelto contradictorias y lo que parecía que eran posturas encontradas hace tres semanas, el pasado sábado quedó como una gran contradicción cuando prestigiosas agencias de noticias internacionales comenzaron a poner sobre la mesa la posibilidad de que ambas partes podrían estar cada vez más cerca de llegar a un acuerdo.
Recordemos que la situación se había tornado cada vez más insostenible después de que la Unión Europea anunciara el pasado mes de octubre que tenía previsto aumentar los aranceles hasta en un 45,3% de los vehículos eléctricos fabricados en China que llegaran al mercado europeo.
Esto evidentemente no se quedó sin respuesta por parte del gigante asiático, con la Cámara de Comercio de China asegurando que estaban profundamente decepcionados por la medida «proteccionista» y «arbitraria» de la Unión Europea, algo que hacía tambalearse otros acuerdos comerciales de compañías establecidas en el Viejo Continente con la importante red de suministros que supone Asia, así como una respuesta similar a productos exportados de Europa a China, los cuales comenzaban a temer importantes aumentos de sus aranceles.
Reuters sin embargo avanza que las posturas se habían acercado durante las últimas semanas y lanzaba una información el pasado 23 de noviembre asegurando que ambas partes se hacían acercado a un acuerdo, en este caso apoyándose en unas declaraciones realizadas por el presidente del comité de Comercio del Parlamento Europeo a una emisora alemana: «Estamos cerca de un acuerdo. China podría comprometerse a ofrecer coches eléctricos en la UE a un precio mínimo establecido», dijo Bernd Lange a n-tv. «Esto eliminaría la distorsión de la competencia a través de subsidios injustos, que es el motivo original de los aranceles».
Nuevas fuentes parlamentarias lo contradicen:
Sin embargo, la solución parece estar lejos todavía de producirse, quedando en el aire las condiciones que pueden reflejarse en el acuerdo definitivo entre los 27 países que conforman la Unión Europea con China. Este mismo martes, Reuters contradijo su información original apoyándose en funcionarios de la Unión Europea que aseguraron que no había un final inminente a las discusiones entre ambas partes. Recordemos que estas medidas a la hora de gravar los vehículos eléctricos chinos importados estará vigentes durante cinco años, siempre y cuando la UE no decida eliminarlas previamente.
Con la intensa competitividad entre los muchos productores de vehículos que hay dentro de las fronteras chinas, la decisión de mantener los aranceles por parte de la Unión Europea o de Estados Unidos, podría significar que poco a poco ese tejido industrial automotriz se estrangule y sólo unos pocos fabricantes puedan sobrevivir. Hasta entonces, no es descartable que algunos de ellos afronten estrategias agresivas y establezcan plantas de ensamblado en países fuera de China, como es el caso de Tailandia, tratando por tanto de saltarse dichas restricciones.