El proyecto de las llamadas ferrolineras impulsado por Adif ya cuenta con unos años a sus espaldas, de hecho, la patente de dicho sistema fue solicitada el 12 de marzo de 2012, y desde entonces, de vez en cuando se deja ver. Se trata de una iniciativa muy prometedora para impulsar el coche eléctrico, que en resumidas cuentas consiste en aprovechar la energía de los trenes al frenar para cargar esos coches. Así pues, hace unos días ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones) valoraba muy positivamente este proyecto, mostrando su total interés y apoyo hacia él.
¿Qué es una ferrolinera?
Vayamos por partes, para empezar ¿qué es exactamente una ferrolinera? La idea es aprovechar la energía cinética liberada en los procesos de frenado de los trenes eléctricos, como puede ser un AVE o uno convencional de media distancia o incluso de cercanías. Esa energía sería devuelta desde el tren a la catenaria en forma de electricidad, que alimenta un motor que hace girar un volante de inercia hasta alcanzar las 6.500 rpm. A continuación, ese volante hace girar un generador (que puede ser ese mismo motor), de forma que va descendiendo su velocidad angular hasta las 900 rpm. Así pues, Adif estima que en cada frenada pueden recuperarse 25 kWh que se utilizan para cargar coches eléctricos, complementando dicha energía con la instalación de paneles fotovoltaicos.
De esta manera, estaríamos hablando de una batería mecánica y no química, como la que suele emplear cualquier dispositivo electrónico o los propios coches, pues esa energía «se guarda» en el giro del volante de inercia, y no mediante la diferencia de potencial entre dos electrodos. A priori, y visto desde fuera, este sistema resulta infinitamente más económico que una batería de gran capacidad (300, 400 ó 500 kWh), pero es menos eficiente al realizar tantas transformaciones entre energía cinética y eléctrica.
Igualmente, otro punto positivo de las ferrolineras es que no necesitan una actuación en las líneas eléctricas como cuando se desea abrir un estación de carga importante, ya que en este sentido podríamos decir que las «estaciones de Adif son autosuficientes». Sin embargo, sería interesante conocer si se pretende usar toda la energía recuperada en las frenadas para la recarga de coches eléctricos, o si ya se viene reciclando dicha energía para alimentar los trenes en su fase de aceleración y la intención sería aprovechar un residual o excedente.
¿Qué papel juegan las electrolineras?
Según Adif, en una estación se dan al cabo del día 180 procesos de frenada, con lo que puede recuperarse energía suficiente para recargar unos 100 coches. Así pues, la idea en una primera fase es seleccionar de las 1.568 estaciones actuales las más interesantes por emplazamiento y construir en ellas una serie de cargadores, tanto de carga rápida (a 50 kW) como de carga lenta (unos 3 kW) para los que pasen una jornada completa fuera de la ciudad y deseen encontrar la batería de su coche al 100 % a la vuelta. Con ello se aumentará considerablemente la infraestructura de carga de los vehículos eléctricos en España, que recordemos, actualmente se sitúa a la cola de Europa con 4,9 frente a 28,3 puntos de recarga rápida por cada 100 km de carretera.
Según recogía El País el pasado mes de noviembre, Adif pretender tener operativos 400 puntos a lo largo de 2022, para lo que estaría preparando un proceso de solicitud de interés y a continuación licitará el arrendamiento de esos puntos por un periodo que podría alcanzar los 16,5 años de explotación. No obstante, en esta ocasión ya se estaría pensando en pasar de esos 50 kW anteriores a una horquilla situada entre los 100 kW y los 500 kW, tal y como recogerían los pliegos de condiciones.
ANFAC ha mostrado su interés y apoyo a las ferrolineras como mecanismo para impulsar la movilidad eléctrica
Hace unos días ANFAC ha difundido una nota de prensa en la que, textualmente, «muestra su interés y colaboración en el proyecto de ferrolineras de Adif». Además de ensalzar la importancia de las mismas, José lópez-Tafall, director general de ANFAC, declaró que: «En ANFAC estamos muy orgullosos de contribuir a un proyecto tan innovador y sostenible como las ferrolineras de ADIF que cuenta, además, con gran know-how en movilidad eléctrica. El desarrollo de esta iniciativa en todo el territorio español supondrá un gran paso hacia la movilidad del futuro. La falta de puntos de recarga dificulta enormemente la expansión del vehículo eléctrico, ya que los ciudadanos tienen grandes dificultades para enchufar y cargar sus coches. Es necesario que las administraciones, entidades públicas, como ADIF, y las empresas compartan sinergias y colaboren para impulsar la transición hacia la nueva movilidad.»
Sin embargo, más allá de ese «apoyo institucional y formal», no se ha concretado ningún tipo de acciones conjuntas o cómo se materializará dicho apoyo, al menos, de momento.
Fuentes: ANFAC | Adif | Expansión El País