Nunca llegó a los Ibiza y Arona. Más tarde, se descatalogó en el León y en su variante de carrocería Sportstourer cuando estrenaron versiones de acceso como modelos de CUPRA. Recientemente, sucedió de una forma similar con el Tarraco. Ahora, ocurre de idéntica manera con el Ateca. SEAT lleva cerca de un año eliminando, sin hacer mucho ruido, el motor de gasolina más potente de su gama. Se trata del 2.0 TSI, el cual, hasta el momento, estaba disponible con 190 CV en casi toda la cartera de productos de la marca española.
Si quieres un coche de gasolina (sin ningún tipo de hibridación) de la firma SEAT, has de saber que, en lo sucesivo, su versión más prestacional irá equipada con un propulsor 1.5 TSI de 150 CV. Este, como el 2.0, cuenta con cuatro cilindros, turboalimentación, intercooler e inyección directa, pero su cilindrada es 486 cc inferior, así como su relación de compresión: 10,5/1 en lugar de 12,2/1. La diferencia de par entre ambos es de 70 Nm. Además, la fuerza máxima está disponible durante un menor rango de RPM. Por otra parte, el pico de potencia también se entrega más tarde, lo cual se traduce en cifras de aceleración y velocidad punta sensiblemente peores a igualdad de vehículo.
Adicionalmente, el motor 1.5 en cuestión sólo está disponible en los modelos que no tienen un equivalente “deportivo” o “de alto rendimiento” en CUPRA. Hablamos del Ibiza, del Arona y del Tarraco. En cambio, el 1.5 TSI de los León y León ST desarrolla 130 CV para posicionarse por debajo de la versión de acceso de su homónimo en la marca aspiracional de la compañía. La excepción aquí es el Ateca, si bien, después de conocer las últimas noticias en la gama CUPRA, pensamos que los 150 CV tampoco tardarán en pasar a ser 130 en pos de una clara diferenciación comercial.
A SEAT todavía le queda mucha vida, pero es evidente que CUPRA es la «niña bonita»
Bien sean los proyectos de modelos 100% eléctricos como el Born o el Tavascan, los propulsores más potentes disponibles como las distintas versiones del 2.0 TSI o los últimos avances de equipamiento, parece que CUPRA se lo lleva todo y SEAT se estanca con lo que ya tenía hace un par de años. De hecho, la firma histórica lanzó al mercado su última novedad en 2021 con las actualizaciones estéticas y tecnológicas de su dupla de turismo y SUV utilitarios.
Los últimos comunicados de producto oficiales de este fabricante tienen que ver con ofertas de financiación, con ediciones y acabados especiales sobre coches ya conocidos o con una moto eléctrica denominada MÓ. Mientras tanto, CUPRA no para de anunciar alternaciones o nuevas incorporaciones en su elenco de automóviles, algunas de las cuales pertenecían a SEAT (como es el caso del citado 2.0 TSI). El objetivo de esto no es otro que maximizar los márgenes de beneficio gracias a una presentación más moderna y «premium», mucho mejor situada en la mente del consumidor. Al fin y al cabo, este es el propósito «número 1» de Volkswagen y, por extensión, de SEAT-CUPRA.
Los de Martorell no se han pronunciado sobre el futuro de SEAT, al menos a nivel mercadotécnico. Sin embargo, resulta evidente que, en el medio plazo, buscarán contener o reducir sus costes y emisiones para competir en la categoría de entrada a la industria con rivales tradicionales, tales como Dacia, Citroën, FIAT, Suzuki, KIA y SsangYong, o con nuevos jugadores, MG, DR y DFSK a la cabeza.
