¿Se aleja el sueño de poder comprar un coche eléctrico a un precio razonable? La Unión Europea se muestra preocupada por la irrupción de una oleada de coches eléctricos que, fabricados en China, se posicionan en precios significativamente más bajos a los de sus alternativas fabricadas en Europa.
Mientras Europa investiga lo que considera podrían ser «prácticas desleales», tal y como apuntó Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, tales como las ayudas que podrían estar recibiendo las fábricas de automóviles instaladas en China por producir localmente, los primeros movimientos ya se han iniciado.
Francia acaba de hacer pública una decisión importante que, sin duda, podría marcar el camino a seguir por el resto de miembros de la Unión Europea. Acabar con las ayudas a la compra de coches eléctricos para todos, estableciendo criterios medioambientales que, en última instancia, perjudicarán en mayor medida e incluso llegarán a vetar a los eléctricos fabricados en China, que son precisamente los más económicos.
Criterios de huella de carbono para eléctricos
El Ministerio de Economía de Francia, Bruno le Maire, aseguraba que «gracias a esta reforma podremos dejar de subvencionar a aquellos vehículos eléctricos que tengan una huella de carbono pobre». La huella de carbono hace referencia a cuán contaminante es un automóvil, no solo durante su utilización en la que, por su naturaleza, un vehículo eléctrico no genera emisiones locales de gases contaminantes, ni de efecto invernadero.
La huella de carbono considera todo el proceso de fabricación y transporte de un automóvil, también conocida como su impacto del «pozo a la rueda». Y el ejecutivo francés ha establecido una fórmula matemática para calcular esa huella de carbono en base a criterios objetivos, tales como el lugar de producción del automóvil, su electrónica y su batería, de los metales férricos, plásticos y el aluminio empleado, y su peso, así como la distancia desde el lugar en el que se fabrica el automóvil y el medio empleado para su transporte a destino (ver publicación en el «BOE» francés).
Los coeficientes empleados para calcular la huella de carbono penalizan significativamente a aquellos vehículos eléctricos ensamblados en países como China, y también a aquellos vehículos cuya batería haya sido producida en fábricas instaladas fuera de la Unión Europea. Por ejemplo, si al factor de emisiones de carbono que se aplica por unidad de masa de aluminio en Europa es de 8,6, el aplicado a vehículos con origen en China sería de 20,0 y del 12,6 si su origen es Japón. Otros productores extracomunitarios, como los fabricantes japoneses, también podrían verse perjudicados y vetados de las ayudas.
Adiós a las ayudas a los coches eléctricos para todos
El 15 de diciembre se publicará la lista de los vehículos que, alcanzando una puntuación de al menos 60, de 0 a 100, y aplicando los factores de huella de carbono establecidos, serán eligibles para recibir el denominado como bonus ecologique (The Connexion). Las ayudas irán destinadas a la adquisición de vehículos eléctricos nuevos que cumplan con este criterio, oscilando entre los 4.000 euros para vehículos con un precio de venta de hasta 45.000 euros y los 2.000 euros para aquellos que superen los 60.000 euros.
También habrá una ayuda de 1.000 euros para híbridos que no superen los 50.000 euros.
Por último, habrá dos ayudas adicionales. Una ayuda adicional de 2.000 euros para rentas bajas, inferiores a 14.089 euros. Y una ayuda adicional de 2.500 euros para rentas inferiores a 22.983 euros con la entrega de un vehículo antiguo para su achatarramiento.