Ya os lo anticipábamos hace unos días. La producción del icónico Volkswagen Beetle pronto iba a terminar, tras 81 años de fabricación casi ininterrumpida. El pasado 10 de julio salió de las instalaciones de Volkswagen de México, en Puebla, la última unidad, la unidad final del mítico Escarabajo. Es una pena que un coche tan icónico para Volkswagen se deje de producir. No en balde, fue el coche que hizo de la marca lo que es hoy día, un coche sin el que no se habría recuperado de la Segunda Guerra Mundial. La verdadera triste noticia es que el Escarabajo muere sin un solo sucesor digno a la vista.
Los motivos que esgrime Volkswagen para dejar de fabricar el Beetle tienen mucho sentido: es un coche que está al final de su ciclo de vida comercial, y sus ventas fueron una sombra de lo que fueron hace unos años. Hoy por hoy, la marca alemana tiene como compacto de referencia al Volkswagen Golf, centrando sus esfuerzos en los SUV y crossover, que suponen una importante parte de sus ventas totales – una parte que no deja de crecer. El Volkswagen Beetle muere sin un sucesor, aunque durante un tiempo se rumoreó el lanzamiento de un eléctrico de corte retro, construido sobre la plataforma MEB.
Si bien esos rumores no han sido descartados, sabemos que nunca será un coche con el espíritu del original. Y sea como fuere, un coche así está a años vista. La realidad inmediata es que las instalaciones productivas de Volkswagen de México comenzarán de forma inminente a producir el Volkswagen Tarek. El Volkswagen Tarek es un todocamino compacto, posicionado por debajo del Volswagen Tiguan y construido sobre la plataforma MQB. Es un coche orientado al mercado estadounidense y americano, y su introducción en Europa no se espera, ya que en estos lares tenemos a los Volkswagen T-Roc y Volkswagen T-Cross.
El Volkswagen Tarek es una versión «americanizada» del Volkswagen Tharu, un crossover construido para el mercado chino. Se adaptará su diseño y equipamiento, pero será esencialmente el mismo coche. Curiosamente, el Tarek será apenas tres centímetros más corto que el Volkswagen Tiguan, pero tendrá un posicionamiento mucho más asequible. Será un coche con materiales y acabados más discretos, y no tendrá siquiera la opción de montar tracción total. Además, sólo se venderá con motores de gasolina de cuatro cilindros, con potencias que como mucho, alcanzarán en su espectro superior los 190 CV.
En cierto modo, es un coche con un posicionamiento similar al del Mercedes GLB en la gama de Volkswagen, construido sobre una plataforma compacta, pero tanto o más espacioso que el modelo situado por encima de él. Sea como fuere, el último Volkswagen Beetle fabricado será expuesto en el museo de Volkswagen en Puebla, mientras que otras unidades engrosarán la colección de vehículos históricos de Volkswagen of America.