Se supone que no existe afán recaudatorio con el uso de los radares, de los peajes, de las multas, y de las diferentes normativas que van llegando amparadas en mejorar la seguridad de los usuarios de coches y vías de tráfico. Pero hay que reconocer que a veces resulta difícil de creer. Si recientemente ha sido noticia la cruzada anti SUV de la ciudad de París para complicar la vida a los propietarios de vehículos grandes, ahora la historia podría traspasar fronteras desde el país vecino y replicarse en las ciudades de Madrid, Barcelona, e incluso en toda España.
Los SUV, vetados en París
La noticia llegaba esta semana después de que se hiciera un referéndum en París para limitar el acceso a los SUV a la ciudad por medio de una subida en el coste de la tarifa de aparcamiento que alejara a los propietarios de estos coches de la capital francesa. Con una participación muy baja, y con solo unos 43.000 votos a favor, la medida se ha aprobado.
La controversia es obvia. Con algo menos de 1,4 millones de parisinos censados, y unos 14 millones de población en el área metropolitana de París, parece claro que la decisión se ha tomado finalmente en base a la «opinión» de unos pocos. Los SUV tendrán que pagar más para aparcar en la ciudad de la luz. El coste podría triplicarse, aunque dependerá de múltiples aspectos. Y, ¿cuál es el objetivo principal? ¿Dificultar el paso de los SUV? ¿Aumentar la cantidad de aparcamiento disponible? ¿O aprovechar el auge de los SUV y cobrar más a un tipo de vehículo que ha incrementado el número de matriculaciones en París en un 60% en los últimos cuatro años?
¿También en España?
Salvo que vayas a hacer un viaje en coche a Disneyland y pretendas visitar la capital francesa, lo más normal es que este cambio en París no te afecte especialmente. Sin embargo, ya se está planteando si podría sucede algo similar en el resto de capitales europeas. Ciudades como Madrid y Barcelona podrían ser focos óptimos para implementar también esta cruzada contra los SUV. La población del núcleo urbano de Madrid es mayor que la de París, y Barcelona es la segunda ciudad europea con más turismo, solo por detrás de la Ciudad de la Luz.
Por otro lado, tanto Barcelona como Madrid también se han puesto en contra de los patinetes eléctricos, tal y como hiciera París originalmente. Aunque es cierto que todavía no se ha llegado a prohibir la existencia de patinetes de alquiler en las calles, sí que está prohibido que esto accedan al transporte público.
Lo curioso es que esta cruzada contra los patinetes eléctricos va en contra de la propia cruzada contra los SUV. Si el problema de los últimos es el tamaño que ocupa para que en muchos casos solo vayan ocupados por un ocupante, haciendo crecer en popularidad un término acuñado como autobesidad, la virtud de los primeros es precisamente que son un vehículo de movilidad personal que ocupa muy poco espacio, y que además contamina mucho menos en términos de emisiones contaminantes.
La DGT ya tiene un plan para cobrar más a los SUV
Si en España existirá algo parecido a lo que va a implementarse en París es algo que no sabemos, y a corto plazo parece improbable. Pero desde luego no podemos decir que vaya a ser imposible cuando la DGT ya tiene un plan para ello. Y no es nuevo, sino que tiene ya dos o tres años a sus espaldas. La DGT estudió el poder cobrar más en tarifas de aparcamiento a vehículos tipo SUV.
De hecho, los ayuntamientos de las ciudades españolas, no solo Madrid y Barcelona, contaban con un estudio en el que se analizaba el tipo de vehículos que ocupaban los aparcamientos regulados según las dimensiones de estos, datos obtenidos a partir de la matriculación de los mismos. Eran los propios ayuntamientos los interesados en obtener estos datos de la propia DGT, tal y como es lógico teniendo en cuenta que la recaudación iría a parar a las arcas de los ayuntamientos.
Según el diario El Mundo, el plan era que para finales de 2021 este nuevo plan pudiera estar en marcha, aunque finalmente se quedó todo en suspenso.
Lo curioso es que en muchas ciudades españolas ya se paga diferente en función de la etiqueta de la DGT con la que se cuenta. La idea de esto era que aquellos vehículos más contaminantes tuvieran que pagar más por aparcar en la ciudad, o incluso que ni siquiera pudieran acceder.
El afán recaudatorio de ayuntamientos
Pero si el problema era la contaminación, ¿ahora lo son las dimensiones del vehículo?
Históricamente entidades como la DGT han vendido la idea de estar focalizadas principalmente en la seguridad para los usuarios de las vías de tráfico. Pero hay cosas que no encajan. Para empezar, los ayuntamientos son los que reciben el dinero de la recaudación de las zonas de estacionamiento regulado. ¿Realmente preocupa el espacio que ocupan los SUV en las ciudades? ¿Son las cifras de contaminación lo que guía todos estos nuevos planteamientos? ¿O simplemente se quiere recaudar más dinero de un tipo de vehículo que ahora mismo es popular y es muy utilizado por los usuarios?
Si mi Fiat Punto de finales del siglo XX tiene que pagar más por aparcar en determinadas zonas de la ciudad, ¿no podría pagar menos por ser uno de los vehículos más compactos del parque automovilístico español? ¿Por qué un Toyota Avensis del 2003 con 5 estrellas EuroNCAP en seguridad tiene más complicado pasar la ITV que un Dacia Spring con 1 estrella EuroNCAP si es un coche más seguro para sus ocupantes? ¿Por qué siempre que hay que elegir entre la contaminación, la seguridad, el tráfico, la antigüedad de los vehículos, o sus dimensiones, el camino es aquel que implique pagar más? ¿Todavía debemos pensar que el principal objetivo no es recaudatorio?
