A toda alma apasionada del mundo del motor le cautiva girarse para mirar el coche que acaba de aparcar. Sobre todo, si estamos hablando del coche de sus sueños. Ese con el que ha encontrado una simbiosis perfecta.
Japón tiene algo diferente
La pasión de los fabricantes de coches japoneses es muy conocida. Solo hay que mencionar la epopeya que vivieron aquellos 180 ingenieros de Mazda para poder poner el motor Wankel en el mapa. No solo lo lograron, lo convirtieron en una seña de identidad que parece pretender regresar a nuestras carreteras.
Ya puedes ver por dónde van los tiros, ¿verdad? Hoy viajamos en el tiempo con un señor llamado Akio Hagiri y su Mazda Cosmo Sport. El primer deportivo rotativo del mundo.
El primer deportivo rotativo de Mazda
Único en su clase. Así era el Mazda Cosmo Sport cuando apareció ante el gran público en 1967. La combinación del estilo de la era espacial y el primer motor rotativo de producción del mundo lo hacía sumamente especial.
Este llamativo cupé parecía al menos diez años adelantado a su tiempo. Tras casi 60 años sigue siendo difícil creer lo bien que suena y se maneja este clásico de dos puertas.
Akio Hagiri, orgulloso propietario de uno de los aproximadamente 500 Cosmos que hoy circulan por las carreteras, compró su unidad hace casi 40 años. En sus palabras: «Mi vida cambió después de comprarlo y he hecho muchos nuevos amigos gracias a ello».
Mazda Cosmo Sport y un vínculo
Es fácil entender por qué el señor Hagiri dice que nunca se separará de su Cosmo. Es un coche que tiene un magnetismo hechizante. Algo que difícilmente se encuentra en coches de corte deportivo actuales. El Cosmo Sport reunió todos los ingredientes para ser lo que es: un diseño interno y singular de la propia Mazda, sumado a un motor que fue rompedor, siendo el primer motor rotativo de producción en el mundo.
Dicen que no puedes simplemente aparcar, salir del coche y marcharte. Distanciarse del Cosmo debe hacerse por etapas. Mirar hacia atrás periódicamente para observar las curvas y líneas, y recordar una de las experiencias de conducción más gratificantes que jamás hayas tenido.
Para Hagiri, todo acerca de este automóvil impregna cada poro y fibra del corazón, hasta alcanzar el alma.
