Ayer mismo os contábamos cómo se ha propuesto Alemania resolver el problema de los diésel y cómo las autoridades alemanas, junto con la industria del automóvil del país, se había reunido para llegar a una solución que ataque directamente a la raíz del problema, a los diésel más antiguos y contaminantes. La coalición de partidos, de la cual se compone la mayoría que formó Gobierno, ya ha acordado el plan de medidas que junto con los fabricantes pretende dos soluciones: la primera, eliminar los diésel más antiguos y contaminantes de la circulación; la segunda, instalar sistemas anticontaminación en muchos diésel antiguos.
Hay acuerdo para el plan de eliminación de los diésel más antiguos
Según publica Automotive News, el acuerdo al que han llegado Gobierno y fabricantes se anunciará a lo largo del día, en una comparecencia del Ministro de Transporte, Andreas Scheuer. Y aunque de momento guardan silencio, y no aclaran cómo se repartirá el coste de este plan de acción contra los diésel más contaminantes, sí que podemos hacernos una ligera idea de cómo se llevará a cabo.
El objetivo de este plan, sin duda, es que los costes no se vean repercutidos en el cliente.
Instalación de sistemas anticontaminación para diésel y renovación del parque
En los últimos días se daba a conocer que Volkswagen estaba dispuesta a invertir hasta 2.400 euros por coche en la instalación de sistemas anticontaminación, para aquellos diésel en los que técnicamente fuera posible esta solución. La duda, ahora, es saber si los 600 euros restantes tendrá que abonarlos el cliente, o serán sufragados por el estado. En cuanto a los planes de renovación de coches, y a la sustitución de los diésel más antiguos, que no sean compatibles con la instalación de sistemas anticontaminación modernos, marcas como Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz están dispuestas a ofrecer descuentos de hasta 8.000, 6.000 y 5.000 euros, por la adquisición de un coche nuevo.
El gran problema, y las quejas de los fabricantes alemanes, tienen que ver con la presencia de fabricantes extranjeros. Mientras los alemanes, que por otro lado representan una parte muy importante del parque automovilístico del país, tendrán que abonar sumas realmente cuantiosas para contribuir a la actualización de los diésel más contaminantes, y a su retirada de la circulación, las marcas extranjeras no han adquirido ningún compromiso. Volvo, por ejemplo, no sufragará la instalación de sistemas anticontaminación, pero sí está dispuesta a contribuir a ofrecer planes de sustitución de diésel antiguos y contaminantes, por coches modernos.
En las próximas horas podría anunciarse un plan que, sin duda, debería estudiarse con atención en otros países de la Unión Europea, especialmente en aquellos que, por algunos aspectos importantes, no son tan diferentes de Alemania, como España. En España existe un parque de automóviles relativamente antiguo, con una predominancia de los diésel, grandes ciudades con problemas de contaminación y la amenaza de restricciones y prohibiciones y, para más inri, una economía muy dependiente de la industria del automóvil.