Alemania sigue tratando de hallar una solución para el problema de los diésel. Mientras las ciudades alemanas ya han comenzado a plantear un escenario futuro en el que hemos de asumir habrá restricciones, e incluso prohibiciones totales, el gobierno alemán podría plantear la revisión de los coches diésel más contaminantes. Según Der Spiegel – ver noticia en Automotive News – esa sería la medida en la que estarían trabajando las autoridades, que necesariamente requeriría la contribución de los fabricantes, que serían también los encargados de financiar las llamadas a revisión.
Alemania y la revisión de sus diésel más contaminantes
Según el diario alemán, las revisiones podrían afectar a buena parte de los 15 millones de diésel que conforman el parque automovilístico de Alemania, de los cuales apenas 2,7 millones cumplirían con las normativas de emisiones más estrictas, con la Euro 6, y por lo tanto contarían con sistemas de reducción de emisiones de última generación.
Esta solución pretendería evitar las restricciones más severas que ya se están postulando en grandes ciudades, como Munich y Stuttgart.
La revisión de los diésel como solución
Mientras los fabricantes aseguran no haber tenido conocimiento de que se esté planteando esta solución, la idea no parece tan alejada de las medidas que, voluntariamente, ya han tomado algunos fabricantes alemanes.
El año pasado, por ejemplo, Mercedes-Benz anunció la revisión voluntaria de 3 millones de diésel. A pesar de que estos coches no habían incurrido en ningún fraude, fueran completamente legales y no tuvieran problema alguno que afectase a sus emisiones, la marca se comprometía a aplicar una solución técnica que redujera sus emisiones de NOx. Este tipo de soluciones, generalmente, se aplican alterando la lógica de funcionamiento de los sistemas anticontaminación ya presentes.
Las soluciones que propondría el gobierno alemán probablemente vayan más allá, e impliquen la instalación de nuevos sistemas anticontaminación, como por ejemplo los basados en AdBlue, que definitivamente no sería sencilla, ni económica. Eso supondría incrementar considerablemente el coste que estas revisiones técnicas tendrán para los fabricantes, si es que estos son finalmente los encargados de financiar la medida.