Corría el año 2010, y Alfa Romeo terminaba la producción del Spider, un descapotable derivado del Alfa Romeo Brera. En el año 2010, la histórica marca italiana celebraba su centenario y al mismo tiempo, el carrocero Pininfarina celebraba su ochenta aniversario. Esta efeméride motivó que Pininfarina diseñase el Alfa Romeo 2uettottanta, un precioso roadster biplaza de propulsión que evocaba a clásicos del pasado de Alfa Romeo. Una especie de Mazda MX-5, que finalmente, Alfa Romeo no se atrevió – o más bien, no pudo – a llevar a producción.
En el Salón de Ginebra del año 2010, debutaba este espectacular descapotable. Sus líneas eran limpias, fluidas y muy elegantes, con reminiscencias del espectacular Alfa Romeo 8C Competizione. El biscione frontal tenía mucho protagonismo, al igual que unas ópticas muy afiladas y un larguísimo capó. Sus proporciones eran las propias de un vehículo de propulsión, con un habitáculo biplaza en el que los asientos estaban casi situados sobre el eje trasero. El arco antivuelco era una auténtica obra de arte renacentista.
La zaga era, de nuevo, minimalista y de rasgos afilados. El coche tenía un aspecto muy cercano a lo que habría sido un vehículo de producción en masa, pero ya llegaremos al motivo por el que su producción nunca llegó a materializarse. En el interior sí había un componente más conceptual, con un salpicadero de aspecto envolvente, un volante curioso y una elegante instrumentación analógica. El pomo del cambio, enmarcado en una moldura de fibra de carbono, imitaba a un cambio manual, pero accionaba en verdad una caja de cambios automática.
A nivel técnico, el Alfa Romeo 2uettottanta empleaba un esquema de propulsión. El lógico en un roadster deportivo, y el mismo que está presente en el incombustible Mazda MX-5. De la propulsión se encargaba un motor de cuatro cilindros y 1,75 litros, un gasolina turbo de 235 CV que también podíamos encontrar en las versiones más deportivas del Alfa Romeo Giulietta. Asociado a una caja de cambios secuencial de seis relaciones y con un peso de 1.220 kilos, era capaz de acelerar hasta los 100 km/h en solamente seis segundos.
La pregunta es, ¿por qué nunca llegó a producirse? Por aquél entonces, el Grupo FCA había acordado colaborar con Mazda en el desarrollo conjunto de una plataforma para un roadster de propulsión. Dicha plataforma era la del Mazda MX-5 ND. Sin embargo, uno de los requisitos inamovibles de Mazda era que los coches debían producirse en Japón. Sergio Marchionne – CEO de Alfa Romeo – insistía en que este descapotable debía producirse en serie, pero con la condición de que debía producirse en Italia.
Las altas esferas de FCA terminaron por favorecer el proyecto que daría pie a los FIAT 124 Spider y Abarth 124 Spider – compartiendo plataforma con el Mazda MX-5 ND – y dio la espalda al proyecto de Alfa Romeo, cuya versión de producción habría sido construida sobre la plataforma de los Alfa Romeo Giulia y Stelvio. El principal motivo era la menor viabilidad económica del proyecto de Alfa Romeo, una marca que no pasaba por su mejor momento.
Fotos del Alfa Romeo 2uettottanta