El futuro del diésel está en cuestión y cada vez son más los argumentos que alientan a mirar hacia otras opciones. Aunque el coche diésel sigue teniendo sentido en algunos casos, quizá es el momento de analizar si antes de comprar un coche nuevo, podría ser una buena idea convertir a GLP nuestro viejo coche gasolina. Ante el panorama actual en busca de alternativas al diésel se ha disparado el interés por los coches a GLP, pero ante la aún escasa oferta de coches nuevos, puede ser un buen momento para valorar dar una segunda vida a un coche gasolina adaptándolo a GLP.
¿Qué coches puedo adaptar a GLP?
En términos generales cualquier vehículo moderno con motor gasolina de inyección indirecta, con o sin sobrealimentación, puede ser adaptado a GLP. Sin embargo es importante señalar que no todos los motores recomiendan la adaptación debido a que el funcionamiento con GLP obliga a cumplir una serie de características en tanto a materiales, sistema de encendido, inyección, etc. Los kits universales están pensados para ser compatibles con todo tipo de motores gasolina, pero antes de hacerlo tendremos que comprobar si nuestro motor está preparado para funcionar con GLP. Uno de los problemas más habituales en las transformaciones a GLP es la falta de compatibilidad con la inyección directa, siendo habitual que muchos instaladores y kits no recomienden la transformación. Aún así cada motor y fabricantes es un mundo, por lo que lo primero sería comprobar si tu motor es compatible.
No podemos pasar por alto lo importante que es acudir a instaladores oficiales, que ofrezcan buena reputación, la correspondiente homologación y la obligada garantía, evitando así instalaciones más baratas que vienen ligadas a problemas y averías en el futuro.
¿Cuál es el precio de adaptar un coche a GLP?
El precio de las transfirmaciones a GLP se ha reducido en los últimos años y ya es posible encontrar tarifas interesantes desde los 1.500 euros para un motor gasolina atmosférico y de 4 cilindros. Cuanto más cilindros y complejo sea el propulsor más se encarecerá el coste, pero una vez más resulta vital acudir a los instaladores que ofrezcan más garantías a pesar de su posible mayor precio.
Tampoco podemos olvidar que las ofertas, ayudas y descuentos alrededor de las transformaciones a GLP existen, siendo posible acceder a promociones en las que se reembolsa parte del importe pagado por la transformación en repostajes de GLP.
¿Cuándo comienzo a amortizar la reconversión a GLP?
La ventaja del GLP se consigue desde el primer instante debido a la alta diferencia de precio que existe entre los carburantes. Si tenemos en cuenta una transformación de 1.500 euros, con un consumo de 7 l/100 de gasolina a 1,343 €/litro y un consumo de 7,7 l/100 Km de GLP a 0,714 €/kg, la amortización llegaría a los 40.000 Km (38.432 kilómetros para ser exactos). El coste de recorrer 100 kilómetros usando gasolina sería de 9.40 euros, mientras que recorrer esos mismos kilómetros a GLP tendría un coste de 5,5 euros. Hablamos de una reducción del coste por kilómetro importante e incluso comparable a un turismo compacto diésel, sin embargo el objetivo de este artículo es aprovechar nuestro coche gasolina para reducir su coste y así evitar la compra de un coche diésel.
A las ventajas de consumo tendríamos que añadir la reducción en coste de mantenimiento y desgaste que supone el uso de GLP gracias a su menor generación de residuos y depósitos, aumentando el ahorro en carburante cuanto mayor sea el consumo del vehículo. Más allá de lo económico nos encontramos con otras ventajas añadidas, lo que nos lleva a un último apartado.
Con GLP tienes derecho a etiqueta ECO
Todo vehículo gasolina homologado bajo normativa Euro 4 o superior que sea adaptado a GLP tiene derecho a recibir la etiqueta ECO de la DGT. El reglamento que rige la concesión de las etiquetas de emisiones establece que los vehículos gasolina Euro 4, 5 y 6 capaces de funcionar con GLP obtienen la etiqueta ECO con sus correspondientes beneficios. Los anteriores a Euro 4, aunque sean adaptados quedan fuera. Las principales ventajas de obtener la etiqueta ECO se traducen en verse menos perjudicado por las restricciones de circulación, aparcamiento y acceso a zonas reguladas bajo protocolos anticontaminación tal y como sucede en Madrid o Barcelona. Del mismo modo los vehículos con etiqueta ECO pueden obtener bonificaciones en el impuesto de circulación en algunas ciudades españolas.
