El mundo del automóvil está tomando un rumbo peligroso, una transformación que, no por esperada, resulta menos dramática. Una transformación que se ha acelerado, y que no tiene vuelta atrás, con la irrupción de la pandemia, la posterior escasez de semiconductores, y la presión cada vez mayor en Bruselas para acelerar la transición hacia el coche eléctrico.
Estos días hemos analizado, con datos de nuestro portal ¿Qué coche me compro?, y dando nombres y apellidos, como el precio de partida de los 20 coches más vendidos ha subido 3.693 euros en solo dos años. Y los españoles estamos pagando 4.000 euros más, que hace dos años, por nuestro coche nuevo.
La situación no parece que vaya a remediarse. Y la perspectiva más realista apunta a que los precios de los coches nuevos seguirán incrementándose, haciendo que muy pronto muchos conductores no vayamos a poder acceder a un coche nuevo.
FIAT Tipo (izquierda) y Dacia Sandero (derecha).
Por qué los coches nuevos serán cada vez más caros
Cuando comenzó la pandemia de la COVID-19, el Dacia Sandero más barato partía de los 7.150 euros. Actualmente, el Dacia Sandero más asequible parte de los 12.590 euros. El mercado está asistiendo a una transformación acelerada que ya está afectando al bolsillo del consumidor y la consecuencia directa de esta subida, que hemos analizado en detalle estos días sobre el caso concreto del Sandero, será que cada vez menos conductores podrán acceder a un coche nuevo. O, para hacerlo, tendrán que contraer una deuda mayor, hasta el punto de comprometer las finanzas familiares.
Estamos viendo una subida generalizada de los precios y cómo, buscando una mayor rentabilidad con la que afrontar problemas como la escasez de semiconductores, están desapareciendo las versiones de acceso, las gamas más asequibles y para todos los bolsillos.
Cada vez habrá más coches eléctricos, más caros que los diésel y gasolina, y menos alternativas de combustión interna. Los coches que aún se comercialicen con motor diésel o gasolina serán cada vez más caros, para sufragar la inversión en el eléctrico y porque los objetivos de descarbonización implicarán que cada coche vendido con motor de combustión interna suponga un coste mayor para el fabricante.
El mercado de segunda mano
Si los conductores no podemos permitirnos comprar un coche nuevo, parece que nos veremos abocados al mercado de segunda mano. En cualquier caso, el mercado de ocasión también está experimentado una subida de precios considerable, que no es otra cosa que un ajuste entre una oferta limitada y una demanda cada vez mayor. A día de hoy lo normal es que el precio de coches de segunda mano, con varios años, y decenas de miles de kilómetros, ya supere al precio que tenían esos mismos coches cuando salieron del concesionario.
Si el mercado del coche nuevo se encarece y las matriculaciones siguen cayendo, el desequilibrio entre oferta y demanda seguirá aumentando y, como consecuencia de ello, seguirá aumentando el precio de los coches de segunda mano, sobre todo de los seminuevos. Esta situación puede propiciar el auge de los coches mileuristas, coches con más de diez años, más de 100.000 kilómetros, que serán los más baratos que podremos encontrar en el mercado de ocasión.
El coche de segunda mano de toda la vida, el que intercambiábamos entre particulares, comprábamos a un compra-venta, o a un concesionario, también puede sufrir un revés adicional. Cada vez son más las empresas – e incluso marcas de coches – que están comprando coches de segunda mano para someterlos a un proceso de reacondicionado y cada vez más los propietarios de coches que entregan su vehículo a estas empresas.
El coche reacondicionado
Uno de los negocios más prósperos, que ha surgido de esta situación, ha sido el de los coches reacondicionados. Marcas como Renault transformarán sus antiguas líneas de producción de transmisiones en fábricas de reacondicionados. Compañías como Clicars procesan decenas de miles de coches y facturan cientos de millones de euros al año. El coche reacondicionado es también una opción atractiva para el comprador. No es la más barata, pero suele ofrecer buenas garantías, facilidades de financiación y entrega rápida en cualquier lugar, o incluso un período de prueba sin compromiso.
Pero es importante recordar que un coche reacondicionado no es un coche nuevo. Un coche reacondicionado tampoco se desmonta, de arriba a abajo, para dejarlo como nuevo. Las empresas que se dedican a reacondicionar coches disponen de una gran experiencia acerca de la fiabilidad de un automóvil y también de los elementos que es necesario revisar, y sustituir, para asegurarse de que la operación es rentable.
Por lo tanto, han optimizado el proceso para que el precio de venta al público sea suficiente para cubrir el coste de adquisición del automóvil, las operaciones de reacondicionado que sean necesarias, el riesgo de la garantía ofrecida al cliente y las posibles reparaciones que puedan surgir en ese tiempo, y además un margen de beneficio que haga viable su negocio.
Coche de renting sí, pero no para todos los públicos
Ante esta situación, resulta razonable pensar que el renting a particulares pueda ganar interés y, sobre todo, ser viable para muchos conductores. Pero es importante recordar que, más allá de las ventajas y la comodidad que aporta un renting, sigue siendo una solución costosa para muchos conductores y no va a ser precisamente la más adecuada del comprador que hasta hace poco podía adquirir un coche nuevo con un presupuesto ajustado, que tendría que contraer una deuda significativa, financiando, o el compromiso de una cuota mensual de renting que, necesariamente, también será cuantiosa para las clases medias-bajas.
El incremento del precio de los coches, necesariamente, encarecerá las cuotas de los planes de renting. Pero también podría contribuir a atenuar la subida el hecho de que el aumento de los precios en el mercado de segunda mano, o de los coches reacondicionados, contribuya a que el precio residual de los automóviles aumente y, por lo tanto, mitigue la subida de las cuotas, que esencialmente se basan en fórmulas en las que se introduce la diferencia entre el precio del vehículo nuevo y su valor residual al finalizar el contrato de renting.
La esperanza de los automóviles chinos
En los noventa asistimos al desembarco en Europa de las coreanas, marcas como Hyundai y Kia, que se hicieron un hueco en el mercado con productos muy asequibles, pero también modestos, para equipararse en una década en todos lo sentidos, en calidad, tecnología, y precios, a sus homólogos europeos y americanos.
La situación del mercado es, sin lugar a dudas, una gran oportunidad para los automóviles fabricados en China, que ya están desvelando sus cartas y proponiendo proyectos muy sólidos para ocupar ese hueco del coche económico, primero, y después el salto de calidad y tecnología que les permita consolidarse en Europa. Algo que hasta hace unos años nos hubiera parecido inimaginable.
- DFSK es una marca que ya comercializa un SUV del tamaño de un Tarraco por 23.775€.
- Aiways propone un SUV más grande que un ID.4 por 32.690€ y promete un nuevo lanzamiento cada año.
- MG ya comercializa un SUV del tamaño de un Ateca con el precio del Dacia Sandero más barato, con una imagen europea, el peso de una marca británica con tanta solera como MG y un aluvión de productos, que podría llegar a 4 o 5 lanzamientos anuales en el próximo lustro.
- SWM también dispone de un SUV del tamaño de un Tarraco por el precio de un Ateca.