Hace apenas unos días tuvo lugar la esperadísima presentación del Mercedes Clase G eléctrico. Dotado con cuatro motores eléctricos y un nombre extremadamente complejo – Mercedes G 580 con EQ Technology – este todoterreno promete ser tanto o más capaz que su contraparte de combustión interna en conducción fuera del asfalto. Las expectativas son muy altas, ya que hablamos de uno de los referentes absolutos del segmento – y ganador del Mundial 4×4 Diariomotor. Sin embargo, tiene un punto crítico, donde pierde capacidad off-road y es incluso superado por muchos SUV.
Para desarrollar el Mercedes Clase G eléctrico, la marca alemana tuvo que revisar de forma notable su chasis de largueros y travesaños, integrando en su estructura sus cuatro motores eléctricos y sobre todo, una batería enorme. Esa batería de 116 kWh eleva su peso en vacío hasta unos tremebundos 3.085 kilos, convirtiéndolo en el turismo más pesado del pesado del mercado. Pero el peso no es el punto crítico del que os quiero advertir en este post. Ese punto crítico es la ubicación de la batería, situada en el chasis de largueros del Clase G.
Mercedes-Benz Mercedes Clase G
Fotos del Mercedes Clase G eléctrico
Las baterías de un coche eléctrico son voluminosas y pesadas, y en el caso del Mercedes Clase G deben estar aun más protegidas que en otros coches eléctricos. Al estar situadas bajo el coche, deben ser capaces de soportar todo tipo de impactos, deben poder soportar el peso del coche sobre su carcasa y deben ser absolutamente estancas. Mercedes ha desarrollado unas protecciones específicas para esta batería, ancladas al chasis con 50 tornillos de acero. A aunque ha empleado materiales como la fibra de carbono, solo estos refuerzos rozan los 60 kilos.
El problema principal es que estas protecciones elevan de forma notable el grosor de la batería, haciéndola muy voluminosa y ocupando más espacio en los bajos del que ocupan los sistemas de transmisión y escape en el Mercedes Clase G convencional. Aunque la altura libre del Mercedes Clase G eléctrico aumenta en 9 mm gracias a su ausencia de diferenciales, el ángulo ventral del Mercedes G 580 eléctrico se reduce de los corrctos 26 grados de las versiones térmicas a sólamente 20,3 grados. Una cifra más propia de un todocamino sin grandes aspiraciones 4×4.
Un ángulo ventral de poco más de 20 grados es un factor claramente limitante para la práctica del todoterreno más extremo. El coche «empanzará» en zonas complicadas, apoyando su «barriga» sobre el terreno. En nuestras pruebas 4×4 hemos visto cómo un ángulo ventral idéntico ha pasado factura al tremendo todoterreno que es el Jeep Wrangler Rubicon 4xe, a causa de sus más de tres metros de distancia entre ejes. De no ser por ese ángulo ventral, al igual que le pasará al G eléctrico, podría haber superado con facilidad muchos obstáculos.
Para poneros en contexto el dato de 20,3 grados de ángulo ventral, es una cifra superada por SUV de orientación no muy todoterreno como el Volvo XC90 (21,3 grados) o el Range Rover Velar (22 grados). No obstante, no penséis que el Mercedes G 580 con EQ Technology será un todoterreno poco capaz. Sus cuatro motores eléctricos con reductora, su chasis ultra-rígido, su sistema de avance autónomo y tecnologías como el G-Turn llevarán sus capacidades off-road a un nivel aun superior. Solo hay que recordar que tiene su Talón de Aquiles en el ángulo ventral.
Fotos del Mercedes Clase G eléctrico