Anker es una empresa californiana conocida por sus baterías portátiles. Esta spin-off, fundada por ex-empleados de Google, acaba de poner a la venta el Roav. Este dispositivo portátil es un cruce entre un Head-Up Display y un smartphone, y promete convertir a cualquier vehículo en una máquina de enorme conectividad, sin nada que envidiar a reyes de la tecnología como el Tesla Model S o el nuevo Mercedes Clase E – salvando diferencias. Te contamos cómo funciona, qué ofrece y si merece la pena.
El dispositivo se instala sobre la instrumentación del vehículo, en nuestro campo de visión directo. Su pantalla transparente muestra información sin bloquear la vista de la carretera, igual que cualquier Head-Up Display (HUD). La diferencia está en sus amplias funciones adicionales y en su funcionamiento. Aunque funciona mediante un sistema operativo propio – tiene un procesador de doble núcleo y 32 GB de memoria interna – el Anker Roav aumenta sus posibilidades a través de un smartphone, del que puede recibir todo tipo de información.
Por ejemplo, puede usar su conexión a Internet para ofrecer información contextual de la zona en la que nos encontramos, tiempo, o tráfico en directo. También del smartphone puede reproducir música y recibir tanto mensajes de texto como llamadas, que mostrará en su pantalla de forma poco intrusiva y segura. Ya que el Roav se controla por voz, evitará distracciones y «toqueteos» de su pantalla. El Roav se ofrecerá en dos versiones, una de ellas con conexión 4G integrada y otra con conexión WiFi, más dependiente de un smartphone.
¿Sirve de algo el Roav sin un smartphone asociado? Afirmativo. Sus mapas están cargados en el sistema, y con ellos podremos navegar a donde deseemos, sólo dependiendo de la cobertura de la señal GPS. Su versión 4G permite acceder a todos los servicios online disponibles – salvo la función de llamadas o lectura de mensajes – tales como alertas de tráfico, información de la ruta, límites de velocidad o localización de los radares fijos. También emite estadísticas acerca del viaje que acabamos de realizar.
La cosa no termina aquí. Mediante la conexión inalámbrica a un puerto OBDII, puede obtener del coche todo tipo de información, como el consumo instantáneo de combustible o el régimen del motor. Entiendo que esto solo es posible mediante un adaptador Bluetooth para puertos OBDII. Por último, desde nuestro teléfono podremos localizar nuestro coche, ya que la ubicación de Roav está activa en todo momento. Ahora, la dolorosa: ¿cuánto cuesta el Anker Roav? 299$ para la versión 4G y 399$ para la versión con conexión WiFi.
Estos precios son para el mercado estadounidense, donde ya se puede encargar. Roav quiere llegar a todo el mundo, y llegará a Europa a través de Reino Unido. Es más que posible que llegue a nuestro país el año que viene. En un futuro cercano, Anker quiere lanzar también una dashcam, cámaras de marcha atrás y sistemas de asistencia a la conducción adaptables a vehículos antiguos, como una alerta de vehículo en punto muerto. ¿Quién dijo que era necesario comprar un vehículo nuevo para acceder a la última tecnología?
Fuente: The Verge
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