Quizá eran más comunes hace años, ¿pero recordáis las largas antenas tradicionales de los coches? Muchos coches aun las llevan, aunque no son tan largas ni antiestéticas como eran anteriormente. Sin embargo, al ir simplemente enroscadas en el techo del coche, eran muy susceptibles al hurto y los amigos de lo ajeno. Las antenas modernas se asemejan a «aletas de tiburón» y están integradas en el techo del vehículo, pero muy pronto podrían desaparecer. No te volverán a robar una antena, pero su desaparición encarecerá el precio del coche.
Hace unas semanas, el fabricante de electrónica LG presentó en colaboración con el fabricante de cristal para automóvil Saint-Gobain Sekurit una innovación muy interesante en el campo de la conectividad de los vehículos. Esa innovación, ese invento, es una antena transparente que puede integrarse en la superficie acristalada del coche. Según ambos fabricantes, no solo es más estética y aerodinámica, si no que permite incrementar la conectividad del vehículo, en un mundo que se dirige a pasos agigantados hacia coches altamente conectados.
Por ello, esta antena transparente es capaz de amplificar la conectividad del coche soportando conexión 5G, Wi-Fi y GNSS (Global Navigation Satellite System). Esta antena, que podría montarse en el parabrisas o el techo panorámico del coche, cuenta con 80 patentes, entre las que se encuentra una revolucionaria tecnología de electrodos transparentes. La antena no consiste en filamentos integrados en el cristal – como lo de los parabrisas calefactables – si no en una lámina conductiva fabricada con polímeros de alta tecnología.
Esta innovación es muy interesante, pero como es lógico, nos asaltan ciertas dudas acerca de su coste. Es una tecnología lógicamente más cara que una antena convencional, y ese aumento del coste será repercutido por el fabricante de coches al comprador del vehículo. Por otra parte, incrementará el coste de los vidrios del vehículo, y si es montada en el parabrisas, hará que el reemplazo del parabrisas por una rotura – los chinazos son cada vez más frecuentes en nuestra red viaria – sea considerablemente más caro.