Seguro que has oído hablar de ExxonMobil Corporation. Es una empresa petrolera y una de las compañías más importantes de los Estados Unidos de América que, bajo otro nombre, fue fundada hace ya más de siglo y medio por John Rockefeller. En 2021, a pesar de la pandemia, obtuvo ingresos por valor de 276.692.000.000 dólares y un beneficio neto (después de impuestos) de 23.040.000.000 dólares. Vamos, que no les va nada mal. Sin embargo, los tejanos, que no son ajenos a la evolución del sector automovilístico y de la industria del transporte en términos tecnológicos y energéticos, ven peligrar su negocio cada vez más.
A fin de defenderse de este fenómeno y poner en valor los vehículos con sistemas de propulsión tradicionales, hace muy pocos días, la multinacional en cuestión lanzó un anuncio publicitario para su mercado doméstico. Lo hizo a través de su principal marca de lubricantes para motores térmicos, Mobil 1 (en realidad se trata de una empresa diversificada, pero siempre vinculada a los productos químicos). El vídeo, pese a su originalidad y calidad, contiene una crítica ácida hacia los coches eléctricos y que ha causado cierto revuelo entre los amantes y los detractores de los BEV.
Una publicidad tan impactante como hostil: la televisión, campo de batalla para convencer al conductor
Hasta hace unos años, las compañías cuya actividad se centra fundamentalmente en la fabricación y venta de combustibles fósiles no se mostraban muy preocupadas ante los avances de la “nueva movilidad”. No obstante, las modificaciones en las normativas de emisiones a uno y otro lado del Atlántico (mucho más estrictas), así como el aumento en la oferta de automóviles eléctricos, han hecho saltar las alarmas en algunas de las corporaciones que todavía hoy son “dueñas del mundo”.
Vistos como la que, sin duda, es la mayor amenaza para su negocio, esta clase de vehículos empieza a despegar. Mientras, las campañas publicitarias en televisión, tanto de las petroleras como de los fabricantes de coches, se convierten en verdaderos dardos envenenados cuyo último propósito es persuadir al cliente o al usuario sobre el futuro que le espera (supuestamente) y aplastar la ideología del contrario. A decir verdad, ExxonMobil también ha invertido en alternativas sostenibles, pero no sabemos si este “spot” es más fruto de su cultura conservadora que de su estrategia comercial.
Tú, que estás a favor o en contra de los progresos en este ámbito, eres quien debe juzgar si es un anuncio acertado o no. Bautizada como “Breaking Free”, esta campaña estival muestra a distintas personas realizando diferentes tareas habituales al mismo tiempo que arrastran una gran maraña de cables que les complica la vida. En esencia, el argumento, si bien no es absolutamente explícito, es que un automóvil térmico te da mucha más libertad que uno que ha de enchufarse a un cargador. Allá va. ¿Qué opinas?