Si lo tuyo son los trackdays y tus finanzas están más que holgadas, posiblemente hayas valorado la compra de un juguete como el KTM X-Bow, o incluso coches más «serios» como un Porsche 911 GT3. Aunque los coches eléctricos ya están disponibles en prácticamente todos los segmentos, nunca habíamos visto uno abiertamente enfocado al público más purista. Aunque este mercado es un nicho dentro de un nicho, el Apex AP-0, un ligerísimo coche eléctrico de impresionantes prestaciones, quiere abrirse hueco entre las instituciones más consolidadas del segmento.
Su diseñador es el británico Guy Colborne, conocido por el Elemental RP1, un coche para trackdays de bajo volumen que solo tiene sentido en mercados como el británico. El Apex AP-0 es un biplaza estricto de pequeñas dimensiones, con solo 4,38 metros de longitud. Su diseño es muy agresivo y está inspirado en el mundo de la Fórmula 1. El coche está cuajado de aristas, y ninguna de ella es casual: todas tienen una clara función aerodinámica. Particularmente nos gusta la parte trasera del coche, con una enorme óptica LED en forma de punto de mira.
Un detalle muy curioso es que su «aleta dorsal» no es una toma de aire, ya que el motor no necesita alimentarse de aire para funcionar. En esa aleta está montado un LiDAR, un radar de alta precisión con el que este coche tendrá capacidades de conducción autónoma. Pero a eso ya llegaremos. Antes tenemos que hablar de un interior futurista y casi conceptual, en el que se repite el esquema general de la iluminación trasera a la hora de diseñar la instrumentación digital, con tres pantallas. Los baquets de fibra de carbono son muy ligeros, y muy finos.
El volante es más propio de un coche de competición que de uno de calle. Y es que este coche está diseñado con una conducción emocionante y deportiva en mente. Su chasis es un monocasco de fibra de carbono, y gracias a ello el conjunto tiene un peso de sólamente 1.200 kilogramos. Y esta cifra es excelente, si tenemos en cuenta que bajo el habitáculo tenemos una batería de iones de litio y 90 kWh de capacidad, que pesa 550 kilogramos, pero baja de forma considerable el centro de gravedad del coche. Su autonomía según el ciclo WLTP es de 320 kilómetros.
Una cifra excelente si tenemos en cuenta que la potencia del coche es de 650 CV, con un par máximo de 538 Nm. El coche es capaz de acelerar hasta los 100 km/h en 2,3 segundos y su velocidad punta roza los 300 km/h. Dinámicamente es un coche orientado a un uso exigente, gracias a un esquema de propulsión trasera con suspensión tipo push-rod, similar a la que podríamos encontrar en un monoplaza de competición. Aun siendo un coche orientado a trackdays, su uso en carretera también será posible, y no es un coche sin techo, como algunos rivales.
Cuando se lance al mercado, no antes del año 2022, será capaz de conducirse por sí mismo, gracias al LiDAR y otros sistemas de guiado autónomo. Este sistema también nos permitirá hacer uso de la realidad aumentada, para aprender más rápidamente un circuito o perfeccionar nuestros tiempos de vuelta. Su precio objetivo será de unas 150.000 libras esterlinas.