Hubo un tiempo en el que el mundo estaba esperando con mucha atención un coche que podía cambiar las tornas de la industria, uno para el que de hecho se estaban registrando patente tras patente. Ese proyecto de coche se quedó precisamente en eso, en proyecto, pero ahora podemos empezar a conocer algunos datos de lo más interesantes y uno de ellos involucra a un fabricante de moda en Europa.
Apple se alió con BYD en el desarrollo de su proyecto de coche eléctrico
Tanto como coche en sí como coche autónomo, el mundo tenía los ojos puestos en Apple, especialmente entre 2016 y 2020, cuando se registraron varias patentes – como una de un limpiaparabrisas láser, entre otras ideas. Ahora hemos conocido que la idea de Apple de coche eléctrico, un proyecto para el que se destinaron unos mil millones de dólares anuales, contaría con la tecnología de baterías de gran autonomía del fabricante BYD (Automotive News Europe).
BYD cuenta con décadas de experiencia fabricando baterías, pasándose a fabricante de coches bastante más tarde. Es por ello que es la marca líder en el mercado chino, pudiendo vertebrarse de manera diferente a sus rivales gracias al hecho de ser fabricante de baterías en vez de contar con suministrador de las mismas, como muchas dependen de CATL por ejemplo. Apple y BYD tantearon la posibilidad de utilizar baterías de células ferro-fosfato de litio (LFP).
En cierto modo, se puede decir que las actuales baterías Blade que utilizan todos los BYD parten de esta colaboración infructuosa con Apple. Cuando Apple buscaba suministradores para su proyecto, BYD respondió con una versión muy temprana de estas baterías, destacando tanto su capacidad de almacenamiento como la seguridad de esta tecnología que convenció a Apple, un proyecto dirigido por Alexander Hitzinger, ex Volkswagen y Porsche.
Apple y BYD trabajaron en secreto durante años con un equipo de 50 ingenieros, si bien es cierto que Apple consideró otras alternativas de fabricantes (algo no tan raro en la industria, para evitar problemas de suministros como los que vimos con Ineos y Recaro aunque en circunstancias diferentes). El proyecto acumuló retraso tras retraso y, con un desarrollo tan costoso, Apple decidió dar el carpetazo al proyecto sin que viera la luz.
Aplicaciones que surgieron con lo aprendido con este proyecto
Eso sí, el proyecto no fue un completo fracaso para Apple. De lo aprendido con el proyecto de su coche eléctrico, además de lo aprendido en materia de baterías, también surgió el germen de las gafas de realidad virtual Vision Pro. El motor de procesamiento avanzado Neural Engine que vemos en muchos dispositivos del gigante americano en la actualidad también bebe de lo aprendido con este proyecto.
Ahora también vemos a Apple experimentar en el campo de la robótica, un área en el que también ha partido de lo aprendido del coche que jamás podremos ver circulando por las calles. Lo más parecido, por ahora, serán los vehículos de BYD con sus baterías Blade de LFP – Apple, antes de trabajar junto a BYD, había experimentado con baterías de níquel y materiales alcalinos.