Parecía un sueño, o un guión de ciencia ficción. Así como de chavales muchos aprendimos matemáticas con calculadoras que no necesitaban cambiar la pila, y se recargaban con la luz solar, Aptera soñó con un coche que no necesitaría – o prácticamente no necesitaría – enchufarse para recargar sus baterías y aún menos repostar combustible.
Y acabaron creando un coche no solo cubierto por paneles solares, sino también con una apariencia tremendamente exótica, que recuerda irremediablemente a una avioneta sin alas.
Soñaron con un coche que no consume gasolina, ni necesita enchufarse…
La idea detrás de Aptera era tan sencilla como revolucionaria: un coche eléctrico que pueda recargar sus baterías utilizando exclusivamente la energía solar. Desde su concepción, Aptera se propuso desafiar las limitaciones actuales de los coches eléctricos, como la dependencia de los cargadores, el coste de la electricidad, o la necesidad de planificar viajes en función de la autonomía del vehículo.
Este proyecto californiano, buscaba democratizar un vehículo eléctrico que fuera hasta cierto punto autosuficiente, pero también económico. Aptera no se perdió una de las citas más importantes del año, probablemente la feria tecnológica más importante del mundo, el CES 2025, donde acudió con una última iteración, y prácticamente definitiva, del Aptera que esperan llegue cuanto antes a sus primeros clientes.
Según la propia compañía, con este coche la mayoría de los conductores podrán cubrir sus trayectos diarios sin necesidad de enchufar el coche a la red eléctrica. Todo gracias a una configuración única que permite al Aptera obtener hasta 64 kilómetros de autonomía diaria, simplemente estacionándolo al sol. En los climas más soleados, según Aptera, se podrían acumular más de 16.000 kilómetros al año de conducción sin coste alguno.
… y acabaron creando una suerte de «avioneta sin alas»
El diseño del Aptera es todo menos convencional. Con una carrocería que evoca a una avioneta sin alas, este vehículo de tres ruedas y dos plazas se ha diseñado como ves en estas imágenes para mejorar todo lo posible la aerodinámica, como ningún otro coche en el mercado.
Pero el secreto no solo reside en su forma, sino también en su construcción ligera. Aptera ha apostado por materiales como compuestos de carbono y fibra de vidrio, que no solo hacen al coche ligero, sino también resistente. De hecho, partes cruciales de su estructura se fabrican en Italia, en la planta de CPC en Módena, y luego son enviadas a California para el ensamblaje final.
Otra pieza clave son los paneles solares. Cubriendo el techo, el capó y hasta la luneta trasera, los paneles solares del Aptera están diseñados para aprovechar hasta el último centímetro de la superficie. Aunque su capacidad de recarga no puede igualar la de un cargador rápido – con una carga completa en una hora que proporciona hasta 644 kilómetros de autonomía –, la idea es complementar y reducir al máximo la dependencia de fuentes externas de energía.
Ahora están a punto de conseguirlo, lanzar el verdadero coche solar
Aptera se encuentra ultimando detalles, en su transición de los prototipos a los modelos de validación. Pero aún queda un largo trecho hasta que lo veamos en la calle, que pasa por homologaciones, industrialización y comercialización. El coche solar ha generado una enorme expectación, con casi 50.000 pre-reservas que los clientes han asegurado mediante un adelanto de 100 dólares. Si todos estos clientes completaran su compra, la facturación de Aptera derivada de estas ventas superaría los 1.700 millones de dólares.
Aptera espera comercializar su vehículo desde unos 28.000 dólares, un precio cuanto menos espectacular, muy por debajo, por ejemplo, del precio del Tesla más barato. Aunque esperan estrenarlo con una edición especial de lanzamiento, equipada con todos los extras posibles, por unos 40.000 dólares (aproximadamente 38.600 euros al cambio actual).
