El 308 GTI de Peugeot es una de las más interesantes alternativas del segmento de compactos deportivos, una opción con un chasis ligero y muy bien afinado por Peugeot Sport y un motor que le permite correr bastante y consumir poco combustible. Sin embargo, es también un modelo que pasa bastante desapercibido entre la multitud de sus rivales: y es que no es fácil competir con los SEAT León Cupra, Honda Civic Type R o Renault Megane R.S. -por nombrar solo algunos-. Pero, ¿y si existiera un Peugeot 308 GTI más radical, más bruto estéticamente, más potente? Peugeot no se ha atrevido a hacerlo, pero sí lo ha hecho Massimo Arduini con un one-off del modelo cuyo resultado es más potente, más ligero y luce más bestia.
Arduini es un piloto italiano que, junto a su equipo, ha decidido darle un toque más agresivo al discreto 308 GTI. Para ello lo han dotado de nuevos parachoques trasero y delantero -este con enormes entradas de aire-, un difusor trasero y unos pasos de rueda notablemente ensanchados. El resultado es un coche con una apariencia más poderosa que el modelo de serie, más ancho y que podría pasar por un coche de competición.
Peugeot 308
A pesar de este look más agresivo, las llantas han disminuido de tamaño (son de 18 pulgadas) pero, eso sí, van sobre unos neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2. Los cambios no acaban ahí: este GTI tan especial tiene también una suspensión regulable KW, unos frenos Brembo de alto rendimiento y algunos retoques a nivel mecánico para aumentar su potencia hasta los 302 CV (30 más que el de serie): entre estos, nuevo intercooler y un sistema de escape también de nueva factura.
El resultado final es un coche que luce mucho más bruto estéticamente, y en el que quizá se eche en falta un mayor aumento de potencia que acompañe al conjunto al mismo compás. Y es que este one-off se conforma con una cifra que sigue siendo modesta en los estándares actuales. Eso sí, a esos treinta caballos adicionales hay que añadir la dieta llevada a cabo, que ha dejado la masa de este 308 GTI Arduini en sólo 1.155 kilos. Una dieta que conlleva haber reducido los elementos de confort a lo más básico.
La gente de Arduini no ha hecho públicas cifras prestacionales, aunque debería ser notablemente más rápido que el 308 GTI en cualquier circunstancia.