Los fabricantes de coches deportivos se están encontrando con un importante desafío, pues no cualquier batería vale para crear un eléctrico de alto rendimiento. Por ello cada vez más fabricantes están apostando por fabricar baterías específicas para coches eléctricos deportivos, consiguiendo así ofrecer una serie de prestaciones capaces de soportar las exigencias de un vehículo de este tipo. De este modo, Aston Martin será la siguiente firma en unirse a esta estrategia, anunciado el desarrollo de una nueva batería específica para su próxima generación de coches eléctricos.
En la industria actual, los primeros deportivos que están haciendo uso de propulsión eléctrica a baterías, han destapado una necesidad en forma de baterías capaces de soportar muy elevadas tasas de carga y descarga, además de condiciones de trabajo extremas por culpa de elevadas temperaturas de trabajo, gran estrés y uso continuado en el tiempo.
Es por ello por lo que firmas como AMG, Rimac, Williams o McLaren se han embarcado en el desarrollo de sistemas de propulsión específicos para este tipo de usos. Pero ahora Aston Martin se mete de lleno en esta liga a través de la asociación con la firma inglesa Britishvolt, buscando impulsar el desarrollo de una batería de alto rendimiento compuesta por celdas cilíndricas.
La puesta en marcha de este programa se realizará en paralelo a la colaboración que Aston Martin ya tiene con Mercedes-AMG, una colaboración que en los próximos años debería dar vida a sistemas híbridos enchufables basados en la tecnología eléctrica estrenada por el Mercedes-AMG GT 63 S E-Performance de 843 CV presentado en 2021. Precísamente una de las claves de este híbrido estaba en sus baterías, un nuevo acumulador desarrollado ex profeso para versiones AMG, lo que le permitía ofrecer potencias más elevadas en carga y descarga, además de mayor capacidad de gestión térmica ante usos extremos.