Una nueva forma de entender los coches deportivos tipo Gran Turismo comienza hoy, o por lo menos esa es la forma en la que Aston Martin explica lo que representa el nuevo Aston Martin DB12 y su planteamiento como Super Turismo. Con 680 CV de potencia y un diseño exterior que habla de evolución más que de revolución con respecto a los trazos de los DB11 y DBS Superleggera, he aquí el nuevo rival de los Bentley Continental GT y Ferrari 812 Superfast.
Partiendo de un nuevo chasis de aluminio y el uso de paneles en composite, Aston Martin ha confeccionado un DB12 que estéticamente nos habla de una evolución en su lenguaje de diseño. Es un coche que se ve y se siente moderno, pero que en la fluidez de sus trazos se entiende un origen en los DB11 y DBS. Con ello se consigue ahondar en la identidad de la marca, subrayando sus puntos más característicos como son la enorme toma de aire frontal, el uso de ópticas LED delanteras de diseño más vertical, la marcada y alta línea de cintura, la continuidad del alerón retráctil «Aeroblade» o los pilotos traseros en forma de boomerang totalmente integrados en la zaga.
El nuevo DB12 mide 4.752 mm de largo, 2.060 mm de ancho y apenas 1.295 mm de alto, ofreciendo una batalla de 2.805 mm. Hablamos por supuesto de un coupé en configuración 2+2, estando aún por conocer la versión descapotable que, salvo sorpresa, se llamará DB12 Volante. Pensado como rutero de altos vuelos, su maletero cuenta con un volumen de 262 litros.
De puertas hacia dentro sí que nos topamos con una revolución total, descubriendo una nueva forma de diseñar y distribuir todo cuanto da vida al puesto de conducción. Para empezar la consola central se proyecta desde el mismo salpicadero, integrando en ella el sistema multimedia con pantalla táctil y numerosos controles físicos. Todo ello rompe de forma radical con lo que habíamos visto en la marca hasta ahora, acompañándose de un también nuevo volante multifunción y un cuadro de instrumentos totalmente digital.
Encontramos cierto regusto a Mercedes en los mandos del volante o en la palanca que hay justamente detrás, pero lo cierto es que Aston Martin ha hecho un gran trabajo en diseño, no sólo de cara a actualizar la imagen de sus interiores, sino de ofrecer una forma de entender el lujo más moderna y tecnológica.
Una vez nos paramos a analizar el apartado técnico, en el Aston Martin DB12 nos encontramos con un motor 4.0 V8 Twin-Turbo de origen Mercedes-AMG capaz de desarrollar 680 CV a 6.000 rpm y 800 Nm entre 2.750 y 6.000 rpm. Toda esta potencia se transmite al tren posterior a través de un cambio automático de 8 relaciones y un nuevo diferencial controlado electrónicamente, asegurando una mejora notable en comportamiento y sensaciones. Con esta receta, el DB12 es capaz de hacer el 0-100 Km/h en 3,6 segundos y alcanzar los 325 Km/h de velocidad punta.
Para controlar estas cifras, en el DB12 se instala un sistema de suspensión activa, diferentes modos de conducción que actúan sobre los controles electrónicos (Wet, GT, Sport, Sport+ e Individual), una nueva dirección asistida eléctrica con 2,4 vueltas de volante entre topes, frenos de acero de 400 mm en el eje delantero y 360 mm en el eje trasero que, opcionalmente pueden ser de tipo carbocerámico, y unas gomas Michelin Pilot Sport 5S con marcaje específico «AML» en medidas 275/35/ZR21 delante y 325/30/ZR21 detrás.