Si te gustan los coches clásicos y el cine, creo que no necesitamos explicar la relación entre el agente secreto James Bond y Aston Martin. Una relación que nació hace 60 años con el filme Goldfinger, uno de los más icónicos de las 25 películas de la saga, y posiblemente uno de los más queridos por sus fans. Para celebrar el 60 aniversario de Goldfinger, Aston Martin acaba de presentarnos una edición especial del DB12, que rinde homenaje al precioso Aston Martin DB5 en color Silver Birch que 007 conducía en la película.
La nostalgia es una poderosa arma de márketing
Si bien Aston Martin ya ha vendido recreaciones del DB5 de Goldfinger – con todos sus gádgets, lógicamente – sentimos decirte que este DB12 no será capaz de emitir pantallas de humo o lanzar manchas de aceite para que sus perseguidores se estrellen. El objetivo de este DB12 es crear un sentido homenaje al primer Aston Martin que 007 condujo. Para ello no solo lo han pintado en el mismo color Silver Birch, si no que han creado un set de llantas exclusivas de 21 pulgadas, que tratan de imitar las llantas de radios del DB5 de Goldfinger.
Fotos del Aston Martin DB12 60ldfinger
En su interior, las pinzas de freno son de color negro, sus logotipos han sido pintados en blanco y negro, y en las aletas laterales, además de detalles dorados en sus aireadores, puede verse el logotipo de Q. Q no es solo el nombre del «inventor» de los gádgets de los coches de James Bond, es el nombre del servicio de personalización de Aston Martin. En el interior del coche hay múltiples guiños adicionales, comenzando por los vanos de las puertas.
En ellos puede leerse «60ldfinger Sixty Years» de forma elegante, mientras que sus asientos, con un tapizado clásico que imita al DB5, han sido teñidos en un tono oscuro, con un patrón de perforación «Prince of Wales», un guiño a los trajes del agente especial. En la consola central, los controles son sustituidos por elementos dorados, mientras que el pomo del selector del cambio imita al dispositivo de seguimiento usado en la película. En el parasol se ha bordado el ocho de corazones, en referencia a la escena del casino de Miami.
El coche se vende con una serie de accesorios tanto o más exclusivos, que convertirán al coche en un objeto de culto en un futuro. Una funda exclusiva, una caja específica para sus llaves, una preciosa maqueta Speedform en color Silver Birch o un pequeño clip de la escena del Furka Pass en película de 35 mm. Además, los dueños recibirán una botella de champagne Bollinger del año 2007, con un set de copas exclusivas, presentadas en una maleta de cabina exclusiva Globe-Trotter – acompañada de otro maletín de la marca.
Este proyecto, al igual que otro emprendido recientemente por Rolls-Royce que rinde homenaje al Phantom III usado por Auric Goldfinger en la película, demuestra que la nostalgia es una poderosa arma de márketing. La nostalgia, y la absoluta fascinación que la saga de películas del espía británico ha ejercido sobre el gran público. La industria del cine, de los relojes y del motor ha sido posiblemente la más beneficiada por el «product placement» de las películas, que en los inicios de la saga era mucho más circunstancial y casual que hoy en día.
Personalmente, creo que el mejor producto resultante de la colaboración entre James Bond y Aston Martin ha sido el DB5 moderno, recreado con todos los gádgets que Q – plenamente funcionales.
Fotos del Aston Martin DB12 60ldfinger