Mansory no es un preparador acostumbrado a las sutilezas. El especialista británico en tuning de coches de alta gama siempre ha destacado por ser la máxima representación física de ese dicho, «el dinero no compra el buen gusto». Aunque han presentado propuestas más sutiles y elegantes, con el Aston Martin DBX, vuelven a sus fueros por la puerta grande. Carbono forjado a paladas, dos alerones, difusores imposibles, colores chillones y una completa pérdida de las pocas habilidades todoterreno del DBX. Pasen y vean la galería de los horrores.
Comencemos por la información técnica, antes de dañar vuestras retinas. De serie, el motor 4.0 V8 del Aston Martin DBX desarrolla 550 CV, pero Mansory ha instalado dos nuevos turbocompresores y ha modificado la ECU del coche, además de instalar un nuevo sistema de escape. El resultado es un incremento de potencia de 250 CV, totalizando 800 CV, acompañados de 1.000 Nm de par motor – curiosamente, no se habla de refuerzos para la caja de cambios automática, que debe soportar 300 Nm adicionales y no parece equipar mejoras en su resistencia mecánica.
Aston Martin DBX
Sea como fuere, este coche es ahora capaz de hacer el 0 a 100 km/h en solo 3,8 segundos, con una velocidad punta de unos mareantes 325 km/h. De la estética lo que más llama la atención de entrada es lo bajo que se ve el vehículo. No sabemos si pierde su suspensión neumática, pero sabemos que su altura libre al suelo se ha reducido enormemente, y que sus llantas negras son de 24 pulgadas de diámetro. Eso no es lo más escandaloso, lo más escandaloso es su kit de carrocería, en el que prácticamente ningún panel de su carrocería sale indemne.
El frontal recibe un nuevo paragolpes, con aditamentos aerodinámicos en carbono forjado. Lo mismo ocurre en las aletas laterales o en las rejillas de aireación – incluso los retrovisores han sido rediseñados. Sin embargo, es la zaga la parte más desquiciante de este SUV deportivo: lleva dos enormes spoiler (¡dos!) y un difusor digno de un coche de competición, dos colas de escape centrales. Los casi discretos acentos en color flúor de su carrocería palidecen en comparación al habitáculo, donde están en su tapicería, molduras e incluso alfombrillas.
La tapicería es específica de esta preparación, y parece un cruce entre un traje de neopreno y una cortina. Se extiende a las plazas traseras y a los paneles de las puertas. El precio de esta preparación no ha sido anunciado, pero bien podría costar la mitad del precio del SUV deportivo. Si te has hecho rico haciendo trading con criptomonedas y tu sentido del gusto está poco desarrollado, posiblemente es tu coche.