En Aston Martin también se saben divertir. Es lo que su división de operaciones especiales quieren transmitirnos con el Aston Martin V8 Cygnet, una versión de ocho cilindros y altas prestaciones del malogrado coche urbano de la marca – un coche basado en el Toyota iQ y lanzado con el único objetivo de reducir el nivel medio de emisiones de CO2 de la marca. Este Cygnet ha sido completamente transformado por Q by Aston Martin: ahora es un coche de propulsión, tiene 430 CV y es más rápido que el Aston Martin V8 Vantage del que ha tomado prestada su mecánica. Nos encanta.
El punto de partida de este proyecto ha sido un Aston Martin Cygnet, desprovisto de mecánica o habitáculo. En su interior se soldó una fuerte jaula antivuelco, y se adaptaron a su plataforma los subchasis del anterior V8 Vantage S – recientemente reemplazado por un nuevo Aston Martin Vantage, con mecánica V8 biturbo de origen Mercedes-AMG, del que ya os hemos contado todos los detalles. Ha sido todo un logro técnico conseguir espacio suficiente para alojar la caja de cambios y un propulsor V8 en posición delantera longitudinal: el coche apenas mide 3,71 metros de largo y su distancia de ejes es de sólo 2.020 milímetros.
Aston Martin Cygnet
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Con paciencia y mucha saliva, Aston Martin logró introducir en el vano frontal del coche el motor V8 atmosférico de 4,7 litros y 430 CV de los últimos V8 Vantage – un delicioso atmosférico de alto régimen de giro. Esto obligó a Aston Martin a retrasar tanto el cortafuegos delantero como la posición de conducción. Además, Q también ha tenido que fabricar una admisión, escape y sistemas de refrigeración ad-hoc. El Aston Martin V8 Cygnet también emplea la caja de cambios Sportshift II de siete relaciones de los Vantage S, así como su electrónica y sistema eléctrico.
Casi podríamos decir que es un Aston Martin V8 Vantage S transplantado en el cuerpo de un Cygnet. La potencia pasa a las ruedas traseras, de 19 pulgadas y calzadas con neumáticos Bridgestone de 275 mm de sección – que han obligado a construir unos pasos de rueda mucho más anchos, así como a ensanchar el ancho de vías del coche. El coche pesa apenas 1.375 kilos, con una relación peso-potencia de 313 CV/tonelada, lo que le permite hacer el 0 a 96 km/h en sólo 4,2 segundos. No es que sea más rápido que el Aston Martin Cygnet original, – obviamente – es también más rápido que el V8 Vantage S.
El equipo de frenado está también heredado del Vantage S, con discos delanteros de 380 mm de diámetro y pinzas de seis pistones. El interior del coche cuenta con dos baquets, sistema de extinción de incendios y medidas de seguridad certificadas por la FIA, indicativas de que este coche será asiduo de los circuitos. La carrocería del coche ha sido pintada en el clásico Buckinghamshire Green de la marca, en delicioso contraste con sus pinzas de freno amarillas y con sus llantas plateadas. Como no podía ser de otra manera, será presentado este fin de semana en el Goodwood Festival of Speed.