El Aston Martin Valkyrie AMR Pro es la versión de circuito del Aston Martin Valkyrie. Según Aston Martin y Red Bull Racing es la versión definitiva del que junto al Mercedes-AMG Project One será uno de los coches de calle más eficaces y rápidos jamás creados. El Aston Martin Valkyrie AMR Pro es la niña mimada de Adrian Newey, y es a todos los efectos, un LMP1 creado sin restricción normativa alguna, que solo podrá ser disfrutado en los track-days más exclusivos del planeta. Un par de datos como aperitivo: es un coche capaz de desarrollar fuerzas G laterales de hasta 3,3 G.
Hasta el momento, Aston Martin y Red Bull Racing solo nos han mostrado dos imágenes, recreaciones computerizadas del producto final. Pero ya podemos ver que estamos ante algo aún más especial que el Valkyrie, un carreras-cliente con una aerodinámica de competición. Una diferencia muy notoria con respecto a los Valkyrie «convencionales» es una aleta central, idéntica a la de los prototipos de Le Mans, con los que por cierto, comparte neumáticos Michelin. Sus aletas laterales, su fondo plano y el complicado difusor trasero aseguran una carga aerodinámica y un paso por curva nunca vistos en la industria.
Al no estar limitado por normativas, Newey ha tenido carta blanca a la hora de desarrollar una nueva estrategia de aerodinámica activa controlada electrónicamente. Aston Martin estima que el Valkyrie AMR PRo coche alcanzará los 400 km/h, con una aceleración lateral desmedida: hasta 3,3 G – de agradecer especialmente a su carga aerodinámica y neumáticos. Aún más impresionante es el dato de su frenada: su deceleración máxima alcanzará los 3,5 G, gracias a un equipo de frenos carbonocerámicos directamente derivados de la Fórmula 1. Por supuesto, el alma de la fiesta seguirá siendo su motor V12 de 6,5 litros.
Desarrollado por Cosworth, su versión de calle entrega 1.146 CV de potencia y gira por encima de las 10.000 rpm. No sabemos si el motor «de carreras» será aún más potente. Este propulsor está asociado a un sistema de recuperación de energía desarrollado por Rimac, un KERS que aportará de forma puntual un extra de potencia al Valkyrie AMR Pro. Ya que no tienen que homologar el vehículo ni dotarlo con un equipamiento mínimo, Aston Martin y Red Bull Racing han tratado de eliminar aún más peso, prescindiendo de extras como la climatización o las pantallas del sistema de infoentretenimiento.
El parabrisas es de policarbonato ligero y se han reemplazado multitud de elementos técnicos por piezas de fibra de carbono y otros materiales de la era «espacial». Como el escape no tiene que cumplir normativas de ruidos, es aún más ligero que la unidad de serie. Un detalle curioso es que sus llantas son «solo» de 18 pulgadas, con neumáticos con algo más perfil que su versión de calle. Su peso final será inferior a los 1.030 kilos del Valkyrie de calle. Un coche con unas capacidades y prestaciones tan extraordinarias no puede venderse a conductores inexpertos. Aston Martin lo ha contemplado.
Nota: el volante pertenece a un Aston Martin Valkyrie de calle.
Han desarrollado un programa de track-days extremadamente exclusivos, acompañados de un programa de preparación física para sus futuros pilotos. Incluye tiempo en simulador y lecciones en pista por parte de pilotos profesionales, incluso los propios titulares de Red Bull Racing. Este programa será personalizado, y adecuado a las habilidades de cada conductor, que podrán disfrutar de las mismas instalaciones que el equipo de Fórmula 1, así como su equipo de asistencia técnica. Es el coche definitivo, el culmen de la combustión interna y las altas prestaciones, impertérrito ante normativas y regulaciones.