La llegada del coche autónomo supondrá grandes cambios, transformando nuestros hábitos de desplazamiento, pero también la fisonomía de nuestras ciudades y carreteras, e incluso muchos trabajos, que desaparecerán inexorablemente, y otros que aparecerán con la introducción de todas aquellas tecnologías en las que se apoyará el coche sin conductor. Para analizar cómo se está preparando el mundo o, mejor dicho, las ciudades del mundo, para acoger a los coches sin conductor, Bloomberg Philantropies y The Aspen Institute decidieron crear el Atlas interactivo del coche autónomo (ver enlace). Durante todo este año han estado analizando noticias en los medios, informes y notas de prensa públicas, y entrevistándose con diferentes ayuntamientos para elaborar este mapa interactivo en el que, de un vistazo, podamos ver las iniciativas que se están llevando a cabo. Un mapa en el que, de momento, España está desaparecida.
La idea de este Atlas es, ciertamente, muy interesante. A día de hoy tan solo nos encontramos con algunos proyectos puntuales. Pero es muy probable que en los próximos años, o incluso meses, este mapa esté cubierto de puntos que nos llevarán rápidamente hasta los proyectos más innovadores, en materia de conducción autónoma, que se están llevando a cabo en el mundo. Proyectos como crear una zona de la ciudad destinada específicamente a pruebas de coches autónomos, compartiendo carretera con otros coches que sí tienen conductor, como ya se está llevando a cabo en Palo Alto, en Lyon, en West Midlands, en Auckland, o en Chiba City (ver proyecto).
Y precisamente lo que más nos ha gustado de este Atlas es esa capacidad de conectar diferentes proyectos, por su naturaleza, que están alejados a cientos o miles de kilómetros, o incluso continentes diferentes.
Hay dos razones por las cuáles no vemos a ninguna ciudad española en este Atlas. La primera, y la más obvia, que quizás no se esté haciendo lo suficiente para apoyar el desarrollo del coche autónomo. Y eso es un problema. Porque España no solo tiene fabricantes que, como SEAT, desarrollan sus coches en el país, en sus propios centros técnicos. Sino que también somos uno de los lugares preferidos por las marcas para poner a punto sus coches y la base de empresas líderes en ingeniería y pruebas para la industria del automóvil.
La segunda, y para ser honestos, que a este Atlas aún le queda por incorporar muchas ciudades, y muchos proyectos, que ya están en marcha. Vigo ya está trabajando, junto con PSA, en un proyecto que pretende crear corredores para pruebas de coches autónomos, parkings adaptados, e incluso intersecciones equipadas con sensores inteligentes (ver noticia en Faro de Vigo).
A menudo estos proyectos tan solo requieren una pequeña inversión pública para ponerse en marcha, y los beneficios, tanto para le empresa colaboradora, como para el consistorio, pueden ser importantes. Tal vez queden años para que veamos los primeros coches autónomos privados en la ciudad, y muchos años para que la mayoría de los coches que recorren las urbes sean autónomos. Pero si nos olvidamos de que ese será el futuro que nos espera es probable que corramos el riesgo de crear ciudades que, en apenas unos años, parecerán del siglo pasado.
