Los Audi más deportivos siempre llevan el apellido «S», y son desarrollados por Audi Sport. La división de altas prestaciones de Audi es equivalente a AMG en Mercedes o a Motorsport en BMW. Con los Audi e-tron S y e-tron S Sportback, Audi da un paso de gigante en cuanto a su visión de futuro. Una visión en la que sus coches eléctricos también tendrán versiones deportivas, con una dinámica más cuidada y unas prestaciones muy altas. El primer plato de este futuro son las versiones S de los Audi e-tron, con tracción total, 503 CV de potencia y una estética inconfundible.
Los Audi e-tron S están también disponibles en versión Sportback, en la que simplemente cambia el diseño de la parte trasera del crossover de Audi. A nivel de diseño, las diferencias con respecto a los e-tron convencionales son sutiles, pero perceptibles en su conjunto. La más obvia es un ensanchamiento de 46 mm para ambas carrocerías, algo que fundamentalmente se achaca a los pasos de rueda. Pasos de rueda en cuyo interior encontramos unas llantas exclusivas y específicas a las versiones S con nada menos que 22 pulgadas de diámetro.
Audi Q8 Sportback e-tron
La calandra está oscurecida y en su lateral, el logotipo de Audi Sport nos deja ver que estamos ante un coche muy especial. Las enormes entradas laterales de aire del paragolpes son funcionales, y se pueden abrir y cerrar de forma automática. No solo para mejorar la penetración aerodinámica del coche, si no también para refrigerar los frenos delanteros de forma efectiva. A pesar de su ensanchamiento, el coeficiente aerodinámico del Audi e-tron S Sportback es de sólo 0,26 y el del Audi e-tron S es de 0,28 – cifras excelentes para coches de su tamaño.
Además de algunos detalles exteriores adiciones, como unas carcasas de aluminio para los espejos retrovisores, el exterior cuenta con tonos exclusivos, como un intenso color azul que nos recuerda a los Audi RS más potentes. En el interior del coche encontramos unos asientos deportivos forrados en cuero, un volante específico con su parte inferior achatada, y lujosos recubrimientos en aluminio y Alcantara para salpicadero y molduras. En el pomo de la palanca de cambios se ha grabado el logotipo de Audi Sport para darle un punto adicional de diferenciación.
Pero es realmente bajo la piel donde están los principales cambios en estos crossover deportivos. En vez de dos motores eléctricos, cuentan con dos motores eléctricos en el eje trasero y un motor eléctrico en el eje delantero. La potencia máxima del conjunto es de 503 CV, y se entrega durante un máximo de 8 segundos continuos. El par motor alcanza unos tremendos 973 Nm, y el 0 a 100 km/h cae en únicamente 4,5 segundos. Los tres motores actúan al unísono en condiciones de máxima aceleración, conducción deportiva o situaciones de baja adherencia.
En los modos de conducción más «tranquilos», el coche funciona como un tracción trasera. Esta mecánica bebe «electrones» de una batería de 95 kWh de capacidad bruta, de los cuales 86 kWh son utilizables. La autonomía WLTP combinada es de 360 km y 365 km para los e-tron S y e-tron S Sportback, respectivamente. Su potencia máxima de recarga, al igual que en el resto de la gama e-tron, es de hasta 150 kW. Su tren de rodaje, tanto a nivel de suspensiones, como a nivel de frenado, ha sido adaptado al uso más exigente y deportivo que debería recibir.
En el modo de conducción Dynamic, y con el ESP en modo Sport, incluso debería poder deslizar su zaga en un derrape controlado, gracias al sistema de Torque Vectoring desarrollado por Audi Sport. Nos gusta esta nueva faceta del Audi e-tron, demasiado serio y sosegado hasta la fecha.