Corría el año 2017 cuando Audi nos sorprendió a todos introduciendo una importante modificación en su gama de coches que cambiaría para siempre la estructura en tanto a versiones y motorizaciones. Hablamos por supuesto del uso de una numeración para identificar a los distintos niveles de potencia disponibles en cada modelo, buscando con ello crear una jerarquía en cuanto a variantes e intentando facilitar su reconocimiento tal y como ya hacían sus rivales BMW o Mercedes. Pero no, esta idea no ha funcionado y por ello, 7 años después, será eliminada de toda la gama Audi.
Adiós a las numeraciones para los motores de Audi
Desde que fuese presentado este importante cambio en la gama Audi, la firma alemana ha estructurado su portfolio de modelos en torno a diferentes numeraciones para intentar esclarecer qué motor y potencia escondía cada uno de sus coches. De este modo, desde el más básico 25 TFSI hasta el más potente 70 TFSI, pasando obviamente por los diésel TDI e híbridos (TFSI e) o eléctricos e-tron, la práctica totalidad de modelos de Audi han empleado esta suerte de jerarquía.
Audi Q6 e-tron
El objetvio detrás de esta idea era bastante sencillo de entender, al menos en la teoría, pues con una numeración ascendente cualquier persona debería reconocer fácilmente ante qué coche y motor estaba. Sin embargo la práctica ha resultado algo muy diferente, y pasado el tiempo lo cierto es que estas numeraciones, unidas a la gran cantidad de motorizaciones disponibles en el catálogo de Audi, han terminado por conseguir un efecto contrario al deseado.
Por esta razón, a partir del lanzamiento de los nuevos Audi A3 y Audi Q6 e-tron, el fabricante alemán realizará una simplificación de sus gamas y la denominación de cada una de ellas. Si nos fijamos en el nuevo SUV eléctrico de la marca, su nuevo referente tecnológico, descubrimos que la gama se articulará en torno a dos variantes únicamente: Q6 y SQ6.
Ante la llegada de futuras versiones, éstas emplearán denominaciones como «Performance» para identificar el uso de una batería de mayor capacidad, además del uso del apellido «quattro» para aclarar cuándo se trata de un coche con tracción 4×2 o 4×4.
Si bien este paso atrás de Audi puede servir para conseguir una mejor identificación de sus coches, lo cierto es que sus rivales directas BMW y Mercedes seguirán defendiendo esta fórmula, haciéndolo además bajo criterios que tampoco conservan ya ese vínculo directo que antaño tenían con la cilindrada de los motores.
