Desde que estalló el escándalo de los diésel se ha especulado, y mucho, acerca de los recortes que podrían producirse en el Grupo Volkswagen como consecuencia de la elevada factura a pagar en reparaciones, sanciones y compensaciones. Muchos de esos proyectos, como el del motor Audi del que hablaremos en este artículo, aún no habían sido ni siquiera confirmados oficialmente. Estaréis conmigo en que la idea de ver en la calle un Audi con motor de 2.0 litros, cuatro cilindros, y 420 CV de potencia, por ejemplo en un Audi TT, era como mínimo apasionante. Ahora bien, ¿tenía sentido? ¿Se ha cargado Audi este proyecto? ¿El escándalo de los diésel ha sido el verdadero culpable de que este motor no llegue a los concesionarios?
La noticia la lanzaba Autoblog, mencionando las declaraciones de Stephan Reil, responsable de ingeniería de la división Quattro GmbH de Audi. Según estas informaciones, Quattro GmbH habría estado trabajando en un motor de la familia EA888 con más de 400 CV de potencia con el objetivo de que acabase instalado en un deportivo de calle.
Audi TT
Recordemos que este motor se presentó en un prototipo espectacular, en el Audi TT quattro sport concept, que entregaba 420 CV a 6.700 rpm y que aceleraba de 0 a 100 km/h en solo 3,7 segundos. Es exactamente la misma cifra que marca el nuevo Audi TT RS con motor de cinco cilindros y 400 CV de potencia.
Lo sorprendente, sin duda, hubiera sido que Audi siguiera trabajando en este motor de cuatro cilindros, muy complejo a nivel tecnológico, en un momento en el que se confirma que su motor de cinco cilindros en línea aún tiene un largo recorrido, y un potencial extraordinario de la mano de tecnologías como el compresor eléctrico. Recordemos que Audi también nos presentó un segundo prototipo, el Audi TT Clubsport Turbo, en el que el motor 2.5 TFSI de 5 cilindros alcanzaba los 600 CV de potencia.
Decíamos que, en el fondo, el motor de cuatro cilindros y más de 400 CV era un motor complejo. Y lo era, más allá de su espectacular potencia específica, por el hecho de contar con un gran despliegue tecnológico para alcanzar esas cifras. Audi nos lo presentaba como una obra de ingeniería en la que absolutamente todos los componentes habían sido optimizados para trabajar con cargas realmente altas, desde la culata, y el diseño de los cilindros y el cárter, hasta el turbocompresor.
En cierta medida, este motor había sido desarrollado y ensamblado empleando muchas técnicas que, por razones obvias, son más comunes en motores de competición que en motores de calle. De hecho, el propio Stephan Reil reconocía en su entrevista en Autoblog que ese motor hubiera requerido algunas modificaciones antes de poder llegar a un deportivo de calle, para resolver problemas como su gestión térmica. En cualquier caso, también reconocía que esas modificaciones no hubieran sido tan importantes como para frenar la posibilidad de producirlo en serie.
Mientras tanto, parece que el futuro de los motores deportivos de Audi sigue escribiéndose con al menos cinco cilindros. En su gama compacta, el renovado 2.5 TFSI seguirá siendo el gran protagonista situándose en el entorno de los 400 CV de potencia. Por otro lado, aún nos encontraremos con los nuevos 2.9 V6 y 3.0 V6 (un mismo motor, en dos sabores) desarrollado y fabricado con juntamente con Porsche, el mismo que podríamos ver en el nuevo Audi R8 V6.
Y por último, nos seguiremos encontrando con un motor de ocho cilindros en uve, el nuevo V8 biturbo de 4.0 litros con los que también están trabajando Audi y Porsche.
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