Era una muerte más que anunciada, aunque no por ello menos triste. La producción del Audi R8 ha llegado a su irremediable fin y con ello el fabricante alemán pone punto y final a la historia de esta forma diferente de entender el superdeportivo. No hay relevo a la vista, ni tan siquiera intenciones, pero lo que sí sabemos seguro es que no volveremos a escuchar a un superdeportivo fabricado por Audi con un motor V10 atmosférico.
Adiós al Audi R8 y su forma diferente de hacer las cosas
Fue el pasado 22 de marzo cuando se fabricó la última unidad del Audi R8. La factoría donde se ha producido, Böllinger Höfe, cerca de Stuttgart (Alemania), ensamblaba un último R8 cuyo destino no iba a ser un cliente, sino el museo que tiene Audi en Ingolstadt, pasando además a formar parte de la división de coches clásicos para futuras exhibiciones. De esta forma del R8 se han producido un total de 44.418 unidades del 06-11-2006 al 22-03-2024.
Esta unidad contaba con un configuración curiosa en tanto a que no pertenecía a ninguna de las series especiales creadas por la marca como fin de fiestas: GT, Japan Edition o Green Hell. Aún así sí que se trata del R8 más potente de la saga, pues el último R8 fabricado corresponde a la variante V10 Performance quattro para presumir de 331 Km/h de velocidad punta y un 0-100 Km/h de 3,1 segundos, haciendo uso de la carrocería coupé y empleando el llamativo color de carrocería amarillo «Vegas».
Bajo el capó trasero nos encontramos con el motor 5.2 V10 atmosférico en versión de 620 CV, arrojando un sonido único y por desgracia irrepetible mientras giraba a 8.250 rpm, pues si bien la producción del Lamborghini Huracán aún resistirá algunas semanas, antes de acabar 2024 diremos adiós para siempre a ambos superdeportivos y a su gloriosa mecánica.
Como última curiosidad en la producción del R8, cabe resaltar el hecho de que su final se ha pospuesto en varias ocasiones, coincidiendo el último anuncio con el debut de los R8 GT y Japan Edition. Y es que tras ser presentadas estas versiones, el fabricante alemán recibió un incremento de pedidos de las versiones «convencionales» al constatarse su pronta defunción por parte de los clientes, decidiendo entonces atenderlos y posponiendo una vez más el cese definitivo del superdeportivo.
Con dos generaciones en su haber y 18 años en fabricación, el Audi R8 se despide del mercado demostrando que efectivamente era posible dar vida a un superdeportivo diferente, usable en el día a día, fiable y sin esa visión más radical que lucen la mayoría de sus alternativas. Aún así, lo cierto es que a nivel de ventas, el mercado nunca ha respaldado al Audi R8, cosechando siempre unas cifras de ventas modestas en comparación con las conseguidas por sus rivales.
Pese a un gran papel en competición, aspectos como la imagen de marca de Audi en el segmento de los superdeportivos o el hecho de tener un hermano idéntico en lo técnico, aunque con el diseño y caché que acompañan al logo de Lamborghini, parecen estar detrás del bajo éxito del R8 en lo comercial. Dicho esto, estoy convencido de que en un futuro a medio o largo plazo, la historia le dará al R8 el lugar que merece entre los superdeportivos, reconociendo sus méritos y por seguro multiplicando su valor.
El adiós de Audi de tan competido segmento es por el momento definitivo. La marca no quiere hablar de sucesión o reemplazo, pero resulta difícil creer que en Audi quieran renunciar al escaparate rodante que supone tener un coche compitiendo de tú a tú con lo mejor de Ferrari, McLaren, Porsche, etc. Aunque eso sí, de retomar un proyecto de esta índole, debemos dar por hecho que será 100% eléctrico.
Fuente: TopGear