Venimos advirtiéndolo desde hace tiempo. Los retrovisores tienen los días contados. Pero la pregunta del millón sigue siendo la siguiente, ¿estaríamos dispuestos a renunciar a esos espejos que sobresalen de la carrocería y que desde que aprendimos a conducir han estado ahí para guiarnos en nuestras maniobras? En los últimos años hemos visto que, prácticamente, no hay prototipo que se precie de serlo si no prescinde de retrovisores y en su lugar emplea cámaras y pantallas. Pero su llegada a producción, y salvo pingües excepciones, como el Volkswagen XL1, sigue resistiéndose. Pero Audi ha decidido dar un primer paso. Y, tal y como conocíamos recientemente, Audi comenzará a eliminar los retrovisores a partir del año que viene y lo veremos en productos como el Audi e-tron Sportback. ¿Y cómo han pensado proceder a la eliminación de sus retrovisores?
El primer Audi que podría prescindir de retrovisores exteriores al uso, y lo haría a partir del año que viene, en 2018, sería su nuevo Audi e-tron. El año que viene se presentará un nuevo todocamino que, por su posicionamiento, con una línea deportiva y dimensiones entre un Audi Q5 y un Audi Q7, intuimos podría llamarse Audi Q6 e-tron, aunque su nombre aún no ha sido anunciado oficialmente. Lo que sí sabemos es que recibirá algunos de los rasgos y los detalles que hemos visto en los últimos prototipos de Audi y, sobre todo, en el Audi e-tron Sportback concept presentado hace tan solo unas semanas. El nuevo SUV eléctrico de Audi se producirá en la fábrica de la marca en Bruselas (ver cómo quedará la reorganización de las fábricas de Audi en Europa).
Precisamente fue la presentación de este prototipo la que nos avanzó un detalle muy interesante. Su sistema de cámaras y pantallas, en sustitución de los retrovisores, es un avance prácticamente definitivo de lo que veremos en producción en el primer producto de la nueva gama de vehículos eléctricos de Audi.
De ser así, el nuevo e-tron de Audi se convertiría en el primer turismo de producción, y de cierto volumen, que prescindiría de retrovisores para optar por un sistema de cámaras y pantallas. Recordemos que el Volkswagen XL1 ya prescindió de retrovisores, aunque por lo limitado de su producción no podríamos referirnos a él como un turismo de volumen, sino como un prototipo que acabó homologándose y llegando a la calle.
El Volkswagen XL1 fue un prototipo homologado para la calle que llegó a producirse en una tirada muy limitada y que ya apostó por prescindir de retrovisores.
La razón por la cual Audi, y otros fabricantes, quieren acabar con los retrovisores, no es otra que maximizar la eficiencia. Los retrovisores perjudican el buen rendimiento aerodinámico de un coche y son relativamente propensos a generar turbulencias y ruidos aerodinámicos, especialmente en cruceros de alta velocidad, que no es fácil atenuar para que no se transmitan al habitáculo. Aún por encima, cuentan con mecanismos propensos a averías, y aún más a sufrir daños, por estar muy expuestos a cualquier choque fortuito.
Incluso si tuviéramos que hablar de costes de fabricación es probable que, con el abaratamiento de sistemas como las cámaras y las pantallas de alta resolución, la solución del espejo retrovisor tradicional deje de ser la más económica.
Salvado el escollo legal, gracias a normativas de homologación que no solo comienzan a permitir la sustitución de retrovisores por cámaras, sino que abogan por el uso de las cámaras exteriores para mejorar la seguridad en carretera, solo queda la resolución técnica del problema, y conseguir que los conductores se acostumbren a conducir sin el retrovisor de toda la vida.
La solución técnica pasará por un apéndice exterior anclado al pilar A, más estrecho y menos expuesto que un retrovisor, de cuyo extremo penderá una cámara. Una pantalla instalada en la propia puerta, o en los extremos del salpicadero, nos mostrará las imágenes que hasta ahora veíamos contemplando un espejo en el exterior de nuestro coche.
Es razonable que tengamos dudas acerca de esta tecnología, pero también pensar que los fabricantes, sin necesidad de emplear tecnologías muy caras o avanzadas, podrán crear sistemas de cámaras y pantallas capaces de ofrecer una visión sin apenas ángulos muertos, empleando lentes de gran angular; que ofrezcan una visión clara incluso cuando nos esté golpeando un sol de justicia, con pantallas de calidad y configuraciones de brillo alto; y aumenten nuestra visibilidad durante la noche, con cámaras con ajustes pensados para trabajar en condiciones de baja luminosidad.
en un día soleado, o su amplitud de campo para cubrir el ángulo muerto, mejore con respecto a un retrovisor convencional
Aunque la sección más futurista y tecnológica de Audi, la de los nuevos e-tron, se encargue de estrenar esta tecnología, hemos de ser muy conscientes de que su éxito podría precipitar su llegada al resto de la gama de productos Audi. De hecho tenemos muy clara una idea, esta tecnología no parece uno de esos avances futuristas que finalmente acaba siendo una moda pasajera, sino un sistema que muy probablemente acabará estandarizándose en la industria antes de lo que nos imaginamos.
