La industria automovilística rusa nunca ha destacado por la calidad o la tecnología de sus coches, sin embargo en la última década Rusia se había propuesto cambiar esta imagen con el lanzamiento de Aurus, o lo que es lo mismo, un fabricante de coches de lujo 100% ruso cuyo único objetivo era competir con Rolls-Royce, Bentley y Mercedes-Maybach. Pero los planes de Aurus se han truncado con el estallido del conflicto de Ucrania, lo que podría haber sentenciado para siempre a este nuevo y peculiar fabricante ruso.
El nacimiento de Aurus como fabricante se produce con la puesta en marcha del proyecto Kortezh entre 2012 y 2014. Este proyecto impulsado por el gobierno liderado por Vladimir Putin buscaba relanzar la industria automovilística rusa, diseñando una marca de lujo que fuese capaz de alcanzar el nivel de las referencias en esta clase, a saber Rolls-Royce, Bentley y Mercedes-Maybach. El objetivo obviamente no era solo actualizar la obsoleta industria rusa, sino conseguir una herramienta de marketing muy potente, además de poner en marcha un ambicioso plan de exportación que permitiría atraer inversores extranjeros.
La inversión en este proyecto podemos adelantarte que ha sido descomunal, llegando a contar con coloboraciones de primer nivel como Porsche Engineering para el diseño del propulsor o Bosch para para todos los sistemas de seguridad y confort del vehículo. El fabricante nacido de esta empresa recibió el nombre de Aurus, una denominación que combina las palabras Aurum (oro en Latín) y Rusia. El primer modelo en ser presentado fue el Aurus Senat, una gran limusina de sospechoso parecido con el Rolls-Royce Phantom que fue empleada por Putin en su sesión de investidura de 2018 y que en el salón de Ginebra de 2019 hizo su primera gran exhibición internacional.
Sin embargo la producción en serie del Aurus Senat no comenzó realmente hasta el pasado mes de junio de 2021, haciéndolo además únicamente para su versión «corta» de 5,63 metros con motor 4.4 V8 híbrido de 598 CV y un precio de partida de más de 200.000 euros. Para este 2022 estaba previsto que la planta de Aurus, que es la de Ford Sollers en la región de Tataristán, fuese ya capaz de alcanzar un ritmo de producción de 5.000 unidades anuales, estimando que hasta el 80% de esa producción sería para exportación a países en sintonía con el régimen ruso como China o diferentes países del Norte de África, Europa del Este y Oriente Medio.
Pero teniendo en cuenta la situación actual de fuertes sanciones económicas y tensiones políticas contra Rusia, Aurus está sumida en un serio problema. Por el momento no se ha realizado ningún comunicado oficial al respecto, sin embargo todo apunta a que la factoría de Aurus estaría ya totalmente paralizada. Y esto supone un serio revés para un fabricante que pretendía poner en el mercado hasta 4 carrocerías diferentes partiendo de la misma plataforma: Aurus Senat en versión corta con 5,63 m de largo y 3,3 metros de batalla, Aurus Senat limusina de 6,63 metros de largo y 4,3 metros de batalla, Aurus Arsenal como monovolumen de gran lujo para el transporte de personas y un Aurus Kommendant que sería un SUV de gran tamaño al más puro estilo Rolls-Royce Cullinan.
¿Qué será de Aurus y el ambicios plan ruso de tener su propia Rolls-Royce?
