Que la alta velocidad es uno de los grandes enemigos de los coches eléctricos no es ningún misterio, especialmente para los vehículos más antiguos y/o modestos. Sin embargo no por ello es menos interesante el experimento del que nos hacemos eco hoy, una prueba donde se ha buscado exprimir la batería de un Nissan Leaf MK1 haciéndolo circular a la máxima velocidad posible. El resultado final es obviamente predecible, pero el proceso hasta llegar al inevitable agotamiento de la batería es sumamente interesante, aunque no apto para los que sufren de «range anxiety».
Nuestro colegas de AutoTrader se han propuesta hacer una peculiar prueba a los mandos de un Nissan Leaf de primera generación, un coche eléctrico que fue todo un pionero y súperventas, pero cuyas prestaciones a día de hoy, más aún siendo un eléctrico usado de alrededor de 115.000 Km, son bastante justas. Tanto es así que esta prueba arranca con un Leaf que a pesar de tener llena su batería (aunque ya algo degradada), apenas marca una autonomía estimada de 107 Km. Recordemos además que el Leaf de primera generación homologaba 160 Km y que esta prueba se produce en un momento donde la temperatura exterior es de -3º C.
Nissan LEAF
El objetivo de este test es comprobar cuánta distancia es capaz de recorrer este Nissan Leaf con el acelerador pisado a fondo en un circuito oval, buscando así circular a la máxima velocidad posible, llevar al límite a la energía de las baterías y descubrir qué sucede en un eléctrico conforme nos vamos quedando sin energía.
Y el resultado habla por sí solo. El final de este test se produce transcurridos apenas 34,7 Km, si bien durante el recorrido los probadores se propusieron disparar el consumo del Leaf, no solo demandando el máximo de sus prestaciones, sino activando todos los consumidores posibles (luces, calefacción, limpias, etc.). Lo curioso de todo este proceso es comprobar cómo el Nissan Leaf va reduciendo su potencia y velocidad conforme la batería pierde capacidad, demostrando así que quedarnos tirados es posible, pero antes de que esta situación se produzca habremos tenido varios avisos sobre tan crítico desenlace.
Además debemos tener en cuenta que la mayoría de coches eléctricos, una vez llegan a porcentajes de batería inferiores al 10 %, procuran protegernos a nosotros y al vehículo limitando las prestaciones en pos de reducir el consumo lo máximo posible y así permitirnos llegar a un lugar seguro donde recargar… o estacionar si es que no tenemos ningún punto de recarga cerca.