Desde el 1 de septiembre, los conductores españoles tienen a su disposición 550 kilómetros más para circular libremente. Son los correspondientes a las autopistas AP-2, AP-7, C-32 y C-33 que cuyas concesiones han finalizado uniéndose, así, a todas las vías rápidas de pago que han levantado sus barreras en los últimos tres años. Eso sí, aquellos que se decanten por las recién llegadas tendrán que respetar unas normas concretas: ¿sabes cómo debes circular por las nuevas autopistas gratuitas?
La liberalización de la AP-2, AP-7, C-32 y C-33 beneficiará, según los datos del Ministerio de Transportes Movilidad y Agenda Urbana, a unos 220.000 vehículos al día: 83% de ellos son turismos y furgonetas mientras que el resto son vehículos pesados. Todos ellos (más los que se unan) se encontrarán dos cambios: un previsible aumento de tráfico y la “pertinente señalización y balizamiento en las zonas donde había barreras para que los usuarios reduzcan la velocidad al pasar por ellas”.
Las obras de adecuación
El sistema de peaje de estas autopistas no va a desaparecer de la noche a la mañana: tal y como informa La Vanguardia, en los próximos meses seremos testigo de su correspondiente proceso de desmantelamiento. Una operación que será debidamente señalizada con indicadores verticales de obras, marcas viales, balizamiento y defensas provisionales.
A esto hay que añadir la creación de los viales necesarios en función de los carriles existentes para atravesar la zona con seguridad y la instalación de resaltos para obligar a los conductores a reducir la velocidad. Y terminada esa fase llegará la desinstalación, embalaje y almacenamiento de elementos como las cabinas convencionales, las automáticas (VTP), las de pago dinámico (vía T), máquinas de tickets, detectores, barreras, semáforos, pórticos, paneles de mensajería variable… El resto se convertirá en chatarra.
Velocidad máxima: 30 km/h
No, no vas a poder circular a 120 km/h. Tampoco a 100, a 90, a 80 o a 70 km/h que son los límites habituales que nos encontramos en las vías interurbanas. Desmontar las zonas de peaje para dejarlas libres de obstáculos será una operación que obligará a todos los conductores a circular a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora mientras duren las obras de desmantelamiento y adecuación de la vía. Y, por cierto, no olvides que en algún momento tendrá que desviar el tráfico y esto puede repercutir en la congestión de la autopista.
¿Cuánto tardarán y cuánto costará?
Las autopistas que pasan a ser competencia del MITMA, es decir, la AP-2 y la AP7, tienen un plazo de seis meses para desmontar toda la infraestructura y liberar completamente ambas vías. Por lo tanto, a partir del 28 de febrero de 2022 se podría circular con total normalidad. Las que ya dependen de la Generalitat de Cataluña manejan dos fechas: finales de 2021 para los peajes troncales y el segundo semestre de 2022 para los secundarios.
Para acometer estas obras, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana invertirá 18,4 millones de euros (más 8,8 millones en impuestos) que servirán para desinstalar los 48 puntos de pago que hay en la AP-7 y en la A-P2. En el caso de la C-32 y C-33, la Generalitat y el Gobierno han previsto un presupuesto de 25,9 millones de euros.
