En España, utilizar una carretera de peaje en 2023 será más caro: ¿cuánto? Esta es una de las grandes preguntas que se hacen los conductores. Las concesionarias de las autopistas españolas han recordado al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana que los peajes deben subir acorde al IPC. El Gobierno, sin embargo, pretende limitar ese incremento: ¿de cuánto hablamos y cómo pretenden lograrlo?
El 1 de enero de 2023, los peajes de las autopistas españolas deberían subir un 8,4%. Cuando las empresas firmaron los contratos con el Gobierno de turno, se estipuló que, cada año, se revisarían las tarifas en función de la evolución de los precios. La referencia empleada para ello es el IPC de los últimos doce meses a cierre de noviembre. De esta manera se evita el perjuicio económico a las concesionarias.
Un incremento perjudicial
Las empresas ya han trasladado los hechos al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, pero el Gobierno ha confirmado que están estudiando “diferentes opciones” para reducir ese incremento, teniendo en cuenta “el complicado momento internacional de precios elevados de la energía, que afectan principalmente a la movilidad, y la vocación de afrontar la espiral inflacionista”, según recoge EFE.
Las concesionarias saben que una subida del 8,4% puede ser un arma de doble filo: se traduciría en un aumento de los ingresos futuros, pero también puede generar una caída en un tráfico que, después de la pandemia, no ha logrado recuperarse. El precio del combustible, los descuentos en el transporte público y el teletrabajo son algunas de las razones por las que sigue por debajo de los niveles previos a 2020.
Por ello, las empresas titulares de las autopistas españolas están abiertas a escuchar la propuesta del Gobierno: saben que si limitan esa subida del 8,4%, tendrán que compensarles de alguna manera.
Las tres opciones del Gobierno
Sobre la mesa del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana hay tres opciones para evitar el incremento y sus consecuencias en el bolsillo de los conductores. La primera de ellas pasa por alargar el período de la concesión. La segunda consistiría en no subir el precio de los peajes y compensar a la empresa con el importe equivalente, que habría que extraer del presupuesto público. Y la tercera sería dividir el incremento en distintos ejercicios.
Teniendo en cuenta que, desde 2018, el actual Gobierno no ha renovado las concesiones que han caducado, la primera posibilidad estaría descartada. Las apuestas apuntan a que el Ministerio se decantaría por una fórmula que combine las otras dos opciones, como están haciendo otros países.
¿Un 4% y una compensación?
Tal y como informa El Economista, la idea del Gobierno pasaría por subir los peajes un 4% y ofrecer a las concesionarias una compensación: si aceptan esta propuesta, la retribución destina a las empresas titulares de las autopistas sería de 22,1 millones.
Las negociaciones estarían centradas, según el citado medio, en definir ese porcentaje y la fórmula empleada para restituir los ingresos que no obtendrían. La elección de ese incremento no se habría hecho al azar: en los últimos 17 años, la subida ha sido, de media, del 2,1% y la más alta tuvo en lugar en 2007 con un 4,5%.