No nos pilló por sorpresa. Desde hace tiempo venía rumoreándose una noticia que, de confirmarse, supondría un acontecimiento digno del lanzamiento del último Bugatti, o que Ferrari presentase una de esas máquinas que nacen cuando se alinean los astros, una vez cada diez años, LaFerrari. Y la noticia se confirmó. Mercedes-AMG lanzará un «hiperdeportivo», una bestia solo comparable al Bugatti Chiron, Koenigsegg, y poco más. Un deportivo de calle de altos vuelos con tecnología de Fórmula 1, híbrido, espectacular, y con unas prestaciones de infarto. ¿Supondrá el regreso de aquellos maravillosos Sport Prototipo de antaño, de máquinas como el Mercedes CLK GTR?
Mientras Mercedes-AMG presentaba su despliegue de deportivos para el Salón de París, y confirmaba la noticia, una silueta se dibujaba en las pantallas del fondo. Una silueta espectacular, que bien podría pertenecer a un prototipo de Le Mans, con un trazo en el que muchos podíamos imaginar una enorme entrada de aire, como la que lucía antaño el Mercedes CLK GTR. Mercedes-AMG había echado a volar nuestra imaginación, y estaréis conmigo en que esos trazos solo podían evocar imágenes increíbles.
¿Pero por qué nació el Mercedes CLK GTR y por qué decide Mercedes-AMG entrar en esta batalla, en estos momentos?
Lo creas o no, lanzar un Sport Prototipo de calle, un deportivo de carreras de resistencia con un par de retoques para poder circular fuera de los circuitos, tenía sentido. Cuando lanzamos nuestra sección Altas Prestaciones ya tratamos aquella apasionante historia de los Sport Prototipo de calle, uno de nuestros temas favoritos. Mercedes-Benz no fue la única que lanzó un Sport Prototipo de calle, su Mercedes CLK GTR. En aquellos maravillosos años Porsche también haría lo propio con el no menos espectacular Porsche 911 GT1 Straßenversion.
Tanto Mercedes-Benz, como Porsche, habían matriculado su deportivo de carreras para cumplir con un requisito de homologación. La FIA exigía una tirada mínima de 25 unidades de calle para homologar el deportivo de carreras, y el hecho de que en 1999 se cancelase la categoría GT1 para la cual habían sido homologados, no eximiría a Mercedes-Benz del cumplimiento de esta norma.
Y esa norma traería consigo el nacimiento de uno de los deportivos de calle más espectaculares que jamás se hayan construido. Se producirían 35 unidades, entre prototipos, versiones coupé, e incluso versiones Roadster sin techo.
La competición ha cambiado en estos años. En resistencia, un prototipo no requiere homologar un coche de calle. ¿Os imagináis cómo sería un LMP1 de Le Mans homologado para circular por carreteras públicas? En las categorías GT, en cambio, sí que es necesaria esa homologación. De hecho, si tuviéramos que buscar a un deportivo de calle y carreras que siguiera, de alguna forma, el espíritu de aquellos Sport Prototipo, es muy probable que el coche que mejor encajase en esa filosofía fuera el Ford GT. Basta un vistazo a la técnica del Ford GT para comprender que Ford lo desarrolló para ser un deportivo de carreras campeón. Y esa filosofía se trasladó finalmente a un deportivo de calle que se está comercializando en una tirada muy limitada.
Pero el caso del futuro «hiperdeportivo» de Mercedes-AMG es bien diferente. Mercedes no está pensando en introducirse en nuevos campeonatos, ni en homologar un coche de carreras. Tal y como nos cuentan, este deportivo empleará tecnología de la Fórmula 1. Con lo cual no es otra cosa que una estrategia más para celebrar sus títulos, para hacer gala de su poderío tecnológico y para sorprendernos con un coche alucinante, de esos que seguiremos recordando por muchas décadas.
Para más inri, el año que viene se celebra el 50 aniversario de Mercedes-AMG. Razón por la cual muchos pensamos que esa será la celebración del primer medio siglo del constructor de Affalterbach.
Dicho lo cual, y exista excusa o no para crear este deportivo, ¿quién no siente impaciencia por contemplar y conocer la sorpresa que nos ha preparado Mercedes-AMG?
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