Una pick-up estadounidense convertida en una limousina de superlujo no parece una buena idea de partida para un ambicioso proyecto automovilístico. El resultado de esa idea es el Aznom Palladium, un coche que contentaría a oligarcas rusos con más gusto de dinero y al 1% más rico del estado de Oklahoma a partes iguales. Quizá no es el coche más apropiado para el resto del planeta, y menos en un escenario global de electrificación y reducción de emisiones. El Aznom Palladium es – casi literalmente – la representación física de un corte de manga con ruedas.
La base de partida del Aznom Palladium es una RAM 1500 de nueva generación. Una pick-up construida sobre un chasis de largueros y travesaños, diseñada para trabajos duros. Un vehículo de más de seis metros de longitud travestido de «Rolls-Royce». El carrocero italiano ha diseñado una carrocería de aspecto opulento y claramente inspirado en las creaciones de Rolls-Royce: no hay más que ver su enorme calandra (retroiluminada) o sus llantas de 22 pulgadas de diámetro. A ello hay que sumarle una altura de dos metros y unas proporciones… bastante desafortunadas.
El frontal puede ser más o menos pasable, y hasta el pilar C podría pasar por una lujosa pick-up o todocamino. A partir del pilar C, es un verdadero desastre. Decir que su diseño es desproporcionado y poco armónico es ser muy políticamente correcto. Sus estribos retráctiles retroiluminados son destellos de buen gusto en comparación con su zaga, sus pasos de rueda atrofiados y las inexplicables ventanillas laterales. La óptica trasera podría ser pasable, hasta que descubrimos que su maletero tiene una apertura tipo «cajón gigante» y perdemos toda esperanza.
Entiendo que tendrá su público – en Rusia, Qatar, Florida y Oklahoma – y sus creadores creerán que es un coche bonito, pero personalmente, me parece un crimen contra el diseño. Es el coche que Joe Exotic hubiera comprado de no estar encarcelado. Sin embargo, debo reconocer que su interior es lujoso y opulento, y diseñado con más mimo. Todo está recubierto en cuero Foglizzo de varios colores con un ribeteado tipo «diamante», y se ha retenido tanto la instrumentación como el equipo de infotainment de la RAM 1500, con una gran pantalla táctil vertical.
Las dos plazas traseras son un amplio y lujosísimo sofá, y se ha aprovechado el espacio robado a la caja para gozar de un enorme espacio interior. Entre las amenidades de las plazas traseras encontramos una nevera – para cuyo control hay un panel táctil – cajones motorizados con vasos de fino cristal, un equipo de sonido Harman Kardon de gama alta, dos tabletas Microsoft Surface X y un reloj de oro y paladio, montado en la consola central. El reloj, por cierto, puede desmontarse y ser usado «como elegante pieza de mobiliario doméstico», según Aznom.
En cuanto a la mecánica, el preparador italiano Monza Garage ha «turbado» el motor 5.7 V8 HEMI de serie, que ahora es capaz de desarrollar 700 CV gracias a su sistema de doble turbo. Teniendo en cuenta que el coche supera los 2.600 kilos, el extra de potencia no le vendrá mal. La potencia pasa a las cuatro ruedas gracias a través de un cambio automático de ocho relaciones. El sistema de tracción total cuenta con reductora y su base pick-up le debería permitir ciertas excursiones fuera del asfalto. Ya sabes, para las entregas de armas biológicas de contrabando.
Para poder frenar con cierta solvencia, Aznom ha montado un equipo de frenado firmado por Brembo. Sus discos de freno delanteros tienen 408 mm de diámetro, mientras que los traseros llegan a los 380 mm. Aznom pretende fabricar 10 unidades del Palladium – completamente personalizables – a un precio que no ha trascendido, pero que a buen seguro superará el medio millón de euros. Puede ser difícil de mirar, pero hemos de rendirnos a la evidencia: es un vehículo construido con materiales y componentes de alta calidad y alta gama.
