El BAC Mono es uno de esos coches que solo tienen sentido en mercados como el británico. Mercados con una pasión por el automóvil elevada a la enésima potencia, a años luz, desgraciadamente, de muchos otros sitios del mundo – entre los que estamos incluidos. Normativas muy laxas para coches de baja tirada – no deben cumplir normativas estrictas de seguridad u homologación – también ayudan a que máquinas así existan en sus carreteras. El BAC Mono R es la versión más radical del monoplaza construido en Liverpool, cuya producción de 30 unidades está ya completamente vendida.
La receta del BAC Mono R no es ninguna novedad. Simplemente lleva un paso más allá los ingredientes del BAC Mono. Pensad en un delicioso pastel, jugoso y complejo. Ahora añadidle una deliciosa cobertura de cholocate belga. El BAC Mono R es algo similar, en términos automovilísticos. El principal ingrediente de mejora es la mecánica. En vez de usar un motor de 305 CV, han contratado al preparador inglés Mountune, que ha colaborado con BAC en el desarrollo de una nueva evolución de su puntiagudo motor atmosférico, basado en un diseño de cuatro cilindros y 2,5 litros de origen Ford.
Este motor desarrolla la friolera de 345 CV, con un corte de inyección situado en las 8.800 rpm – más de 1.000 rpm adicionales para jugar. BAC afirma que es el motor atmosférico con mayor potencia específica de cualquier coche de calle, con unos escalofriantes 138 CV/litro. Como solo tiene que mover un peso de 555 kilos, fruto de una construcción en ligerísima fibra de carbono, logra una relación peso-potencia de más de 600 CV/tonelada. Es 25 kilos más ligero que el BAC Mono, gracias al completo rediseño de sus paneles de fibra de carbono y la dotación de nuevos elementos de equipamiento.
Se ha usado magnesio en su tren de rodaje, además de dotarlo de un escape de titanio y frenos carbonocerámicos de alta eficacia, entre otros elementos. Aunque no lo parezca, es 25 mm más largo y 20 mm más bajo que el BAC Mono, además de tener una aerodinámica aún más efectiva – fijaos en la espectacular admisión asimétrica. Es un coche increíblemente rápido: hace el 0 a 96 km/h en 2,5 segundos, y tiene una velocidad punta de 274 km/h, fruto de unas relaciones cortas para su caja de cambios secuencial. Cuando llegan las curvas pocos consiguen olerlo, gracias a componentes de primer nivel para su tren de rodaje.
Cuenta con nuevos amortiguadores ajustables desarrollados por Öhlins, el tanque de combustible va aún más cerca del suelo y la geometría de sus suspensiones ha variado de forma sustancial. Ahora monta de serie neumáticos Pirelli P Zero Trofeo R, semi slicks de alto rendimiento. A pesar de tener un precio de 190.950 libras, su producción está ya completamente agotada. Es el precio a pagar para tener el juguete definitivo para trackdays.
Fuente: Carscoops