Tradicionalmente, una de las lacras que ha acompañado a muchos fabricantes chinos ha sido su lanzamiento de copias flagrantes de vehículos de fabricantes mucho más reputados. El caso del Landwind X7, casi un calco del Range Rover Evoque, es quizá uno de los más conocidos. Esta práctica, apoyada en las laxas – por decirlo suavemente – normativas de propiedad intelectual de China, no parece tener un fin a la vista. Aunque sea socia de Mercedes, BAIC no ha tenido problema, en pleno año 2022, de lanzar un clon del Toyota Land Cruiser.
Y aun así, la realidad suele superar a la ficción. El coche que tenéis en vuestras pantallas es el BAIC BJ60 – incluso su nombre parece una provocación a Toyota. No solo es un todoterreno con carrocería de Toyota, también se han molestado en integrar una calandra que parece directamente sacada de algún lanzamiento reciente de Jeep – mirad el frontal del Jeep Grand Cherokee. No tendríamos ningún problema con este vehículo si no tratase de capitalizar de forma fraudulenta la imagen de marca construida durante décadas por otras empresas.
Incluso la apertura lateral del portón trasero o la cubierta de la rueda de repuesto son detalles presentes en el Toyota Land Cruiser. Y es una pena que sea un coche tan parecido al todoterreno japonés, porque de forma aislada, algunos de los detalles de diseño del BJ60 – como su paragolpes delantero o los detalles de sus aletas – están muy cuidados. En el interior sí hay una clara diferenciación. Su salpicadero y su puesto de mando son más anónimos y tienen un aspecto moderno, con una buena calidad aparente e infoentretenimiento de primer nivel.
De hecho, es un coche de aspiraciones premium, con pantalla de 12 pulgadas para el sistema de infoentretenimiento, equipo de sonido hi-fi, tapicería de cuero y una cuidada iluminación ambiental. Este 4×4 chino está construido sobre un chasis de largueros y travesaños. Es un vehículo de tamaño considerable, con 5,02 metros de largo, 1,95 metros de alto y 1,93 metros de ancho. La marca no ha publicado detalles acerca de su motorización híbrida, más allá de que tiene 1.000 km de autonomía y hace el 0 a 100 km/h en unos seis segundos.
Este rival del Tank 500 de Great Wall cuenta a priori con un hardware preparado para salir del asfalto con garantías. Presume de tracción total conectable con diferencial central e incluso la posibilidad de bloquear los diferenciales. No se venderá fuera de China.