Barcelona dio la bienvenida a 17 nuevos radares de punto y, tras una semana operando de manera efectiva tras el período de gracia, se han convertido en los favoritos de las arcas municipales. ¿La razón? El ritmo de infracciones que interceptan: de media, cuatro por minuto.
De los 17 nuevos radares, cinco (50 km/h) están situados en ubicaciones consideradas de riesgo por la circulación a velocidad inadecuada y los doce restantes se han repartido por diferentes entornos escolares (30 km/h). Durante ese periodo de gracia del que os hablamos, que duró desde septiembre de 2022 hasta mediados de enero de 2023, ya hubo dispositivos con notables cifras: el radar de la Calle Muntaner con la Calle Provença identificaba, cada minuto, diez infracciones.
Un solo radar, cuatro multas por minuto
Las cosas no han cambiado demasiado cuando los cinemómetros han comenzado a multar de verdad. El Diari ARA ha llevado a cabo un estudio protagonizado por cifras similares: tomando como referencia el radar de la Calle Industria, han observado que pone una media de cuatro multas por minuto. O lo que es lo mismo: veinte en cinco minutos y 240 cada hora. No en vano, el 40% por ciento de los vehículos que circulaban por este punto rebasaban este tramo eran sancionados.
Cabe recordar que las multas de los radares de punto de Barcelona oscilan entre los 100 euros, cuando rebasan el máximo permitido en 20 km/h, y los 600 euros, que es el castigo máximo. Los conductores que sobrepasan la velocidad establecida en 20-30 kilómetros, recibirán una sanción de 300 euros y dos puntos menos.
Más de mil multas al día
Lo cierto es que el ritmo sancionador de los radares de Barcelona ha sido notable desde 2019. El País se hacía eco de ello apuntando que, en los últimos cuatro años, la media anual de los dispositivos repartidos por la Ciudad Condal es de 386.000 multas. O lo que es lo mismo: 1.060 cada día. Una cifra que promete aumentar en 2023 con la llegada de los nuevos cinemómetros.
Lo que más llama la atención es que el año más prolífico en sanciones fue 2020, marcado por las limitaciones de movilidad derivadas de la pandemia del coronavirus. Entonces, se pusieron 579.448 multas (1.587 al día) porque, según las autoridades, el confinamiento redujo las congestiones de tráfico y aumentó la velocidad de circulación en Barcelona.
Información en tiempo real
Volviendo a los radares de punto (el concepto que se usa para englobar, bajo un mismo paraguas, a los dispositivos fijos y móviles) de Barcelona, cabe destacar que están debidamente señalizados.
Hay una señal concreta que anuncia su presencia, en la siguiente manzana aparece el cinemómetro correspondiente y unos metros después han ubicado unas pantallas para informar a los conductores: eso sí, cuando llegan a este punto el radar ya ha hecho su trabajo emitiendo (o no) la multa. Y es que la cifra que muestran los paneles luminosos es la velocidad a la que circulaban cuando se han cruzado con el dispositivo: si está en verde podrán respirar tranquilos, pero si aparece en rojo… el proceso sancionador ya está en marcha.
