Todocamino, crossover, o SUV, llamémoslo como queramos. Es un hecho que los SUV se han convertido en la categoría preferida del cliente europeo, en la principal estrategia por la que apostar y crecer para los fabricantes, y el tipo de turismo con mayor proyección en Europa. Lo que no se nos puede escapar es que, como consecuencia del auge de los SUV, algún segmento ha de salir damnificado. Y tal y como ya están reflejando las ventas de los últimos años, y se han apresurado a pronosticar algunos analistas, los monovolúmenes serán los que sufrirán más el auge de los SUV. ¿Cómo y por qué está perdiendo la batalla el monovolumen de toda la vida frente al SUV?
La imagen de un automóvil es sumamente importante para el cliente europeo. Y hay que reconocer que los SUV tienen, objetivamente, y poniéndonos en el lugar de un percentil alto de los compradores, un aspecto atractivo. Los SUV son el segmento de moda y, mientras tanto, los monovolúmenes siguen siendo una alternativa práctica y económica, pero nada más.
Las ventas de monovolúmenes en Europa retrocedieron un 4,4% en 2016, hasta situarse en las 820.300 unidades. Y si bien es cierto que algunos productos crecieron significativamente por la llegada de su relevo generacional, como el Volkswagen Touran, la mayoría de productos de la categoría retrocedieron significativamente.
Así quedó el top 10 de monovolúmenes en Europa en 2016, y así fue su evolución con respecto a 2015:
1. Volkswagen Touran: 112.850 unidades (+52%)
2. Citroën C4 Picasso: 106.524 unidades (-4,8%)
3. BMW Serie 2 Active Tourer y Grand Tourer: 102.171 unidades (+18%)
4. Ford C-MAX y Grand C-MAX: 82.087 unidades (-4,2%)
5. Renault Scénic y Grand Scénic: 79.743 unidades (-27%)
6. Mercedes Clase B: 73.784 unidades (-7,6%)
7. Opel Zafira: 53.170 unidades (-5,4%)
8. Toyota Verson: 31.463 unidades (-1,7%)
9. Peugeot 5008: 28.068 unidades (-11%)
10. Dacia Lodgy: 26.700 unidades (+16%)
Cifras de JATO Dynamics.
La tónica general en Europa sigue siendo la del retroceso generalizado de los monovolúmenes. Y en aquellos países en los que las ventas se mantienen, de los que dominan las ventas de monovolúmenes en Europa, entre los que está España, aún deberíamos hablar de una pérdida de cuota efectiva, en tanto la evolución del mercado en general sigue al alza. Aún con esa evolución ascendente del mercado, LMC Automotive (ver artículo en Automotive News) estima que las ventas de monovolúmenes generalistas en Europa caerán por debajo de las 500.000 unidades antes de 2020, mientras que los monovolúmenes de corte premium se estancarán en el entorno de las 160.000 unidades.
Así habrían quedado en 2016 las ventas de monovolúmenes en los mercados más importantes para esta categoría en Europa, y su evolución con respecto a 2015:
1. Alemania: 234.762 unidades (-2,8%)
2. Francia: 172.522 unidades (-8,6%)
3. Reino Unido: 87.432 unidades (-10%)
4. España: 79.875 unidades (0,0%)
5. Italia: 65.747 unidades (-2,3%)
Cifras de JATO Dynamics.
Más allá del evidente descenso de las ventas, y del efecto que el auge de los SUV está teniendo en esta categoría, el declive de los monovolúmenes también se hará patente en la propia estrategia comercial de los fabricantes.
El mejor ejemplo lo tenemos en Peugeot y en la evolución que han seguido dos de sus monovolúmenes de referencia, el Peugeot 3008 y el Peugeot 5008, que con su relevo generacional se han convertido en la práctica en SUV.
Otros fabricantes, como Renault, que introdujo el concepto del minivan en Europa, no han sido tan atrevidos transformando a sus monovolúmenes en SUV. Pero sí han revisado profundamente la estrategia para que sus monovolúmenes gocen de un enfoque más próximo al del crossover. Y tenemos ejemplos tan claros como el del Renault Scénic o el Renault Espace, con sus diseños más atrevidos, carrocerías de cintura alta, grandes llantas y, por desgracia, la pérdida de soluciones prácticas, como la versatilidad de los tres asientos independientes de antaño en el Scénic, y el espacio y la habitabilidad de antaño en el Espace.