¿Qué buen petrolhead no conoce el nombre BBS? El fabricante alemán de llantas lleva décadas vendiendo sus características llantas, que se popularizaron en coches alemanes deportivos, coches tan icónicos como los BMW M3 E30 o los Volkswagen Golf GTI, sin ir más lejos. El tuning no corre la mejor suerte con el actual clima económico, y el coronavirus también se ha llevado por delante muchas empresas y diezmado cuentas corrientes. Esta pasada semana, BBS se declaraba en quiebra por tercera vez en los últimos 13 años. ¿Qué va a ocurrir a partir de ahora?
Un poco de historia, en primer lugar. En 1970 se constituye BBS en la región de Badem-Württemberg, cerca de Stuttgart. En 1972 presentan sus llantas de tres piezas, que supusieron una revolución en el mundo del motorsport. Durante los años 70 y 80 comenzaron a fabricar llantas para vehículos de calle, ya fueran coches de producción o coches modificados, capitalizando la fama que muchos preparadores alemanes adquirieron en la época. La tremenda popularidad del tuning a finales de los años noventa les hizo continuar en la cresta de la ola.
Sin embargo, no todo iba bien en BBS. En 2007 el fabricante de llantas se declaró en quiebra. La quiebra en Alemania es similar al «Capítulo 11» en Estados Unidos. Es una reestructuración de la deuda y la propiedad de la empresa, no un concurso de acreedores al estilo español. La firma de transmisiones Punch la adquirió y continuó trabajando. Sin embargo, la crisis financiera de 2008 provocó, una vez más, que BBS se declarase en bancarrota en el año 2011. En 2015, la firma coreana Nice Corp se había convertido en el principal accionista de BBS. En 2020, BBS vuelva a declararse en quiebra.
Como os decíamos, esta quiebra no supone una desaparición de una empresa tan conocida en el mundo de los coches. Permite una reestructuración y un saneamiento de cuentas, necesario ante los retos de este 2020. En sus documentos oficiales, BBS cita como motivos de la quiebra la caída en la demanda de sus productos y el complicado panorama que la pandemia del coronavirus pinta para el sector del automóvil, y especialmente un sector de tan «escasa» necesidad como el del tuning. La empresa ha querido, de esta manera, evitar la suspensión completa de pagos.
Por el momento, mantienen sus compromisos de suministro con fabricantes de coches y su compromiso con la NASCAR, a la que suministran llantas monotuerca para su próxima generación de deportivos de competición.
Fuente: Carscoops