¿Pensabas que el Bentley Bentayga Speed era el SUV más deportivo de la gama de Bentley? Hasta la fecha lo era, y aunque seguirá siendo el más rápido y potente – los 635 CV siguen teniendo mucho peso – ya no será el Bentayga más pasional o dinámico. Ese puesto pasa a ser del nuevo Bentley Bentayga S, una versión orientada al dinamismo de conducción, y basada en el Bentley Bentayga V8, con motor 4.0 V8 biturbo de 550 CV. No será tan rápido como el Speed, pero será el Bentayga más ágil y el que tendrás que comprarte si lo que te gusta es conducir.
Se me había olvidado añadir, si te gusta conducir y quieres comprarte un SUV, porque de lo contrario te recomendamos comprarte un Bentley Continental GT. Sea como fuere, el Bentley Bentayga S se diferencia de otros Bentayga, en primer lugar, a nivel estético. Sus llantas de 21 pulgadas son de diseño exclusivo y parecen tener una especie de guadañas en su diseño. Su aspecto agresivo se complemente con el oscurecimiento de todo detalle cromado de su carrocería, que pasa a estar pintado en un color negro satinado, tan de moda actualmente.
Bentley Bentayga
Sus retrovisores también son de color negro y se han ahumado ligeramente sus ópticas. Un escape deportivo con cuatro colas de escape asoma por el paragolpes trasero, declarando sus intenciones. En el interior se han montado nuevos asientos deportivos, un tapizado en Alcantara y cuero específico para esta versión, y en el respaldo de los asientos podemos ver una «ese» bordada en hilo rojo. El cuero también recubre parte de la consola central y el salpicadero, con una deliciosa moldura metálica como telón de fondo. Sí, es muy bonito.
Pero lo realmente importante de esta versión no está a la vista. A nivel mecánico podríamos pensar que es otro Bentayga V8 más. Y técnicamente, estaríamos en lo cierto: comparte con los V8 su motor 4.0 biturbo de 550 CV, que asociado a una caja de cambios automática de ocho relaciones, permite alcanzar los 100 km/h en 4,5 segundos, una cifra muy correcta habida cuenta de que pesa cerca de 2,5 toneladas. Sin embargo, las diferencias está en el tren de rodaje. Empezando por una suspensión neumática con un tarado un 15% más firme.
Este funcionamiento de la suspensión es parte de un modo Sport rediseñado, en el que también el sistema Bentley Dynamic Ride – de barras estabilizadoras activas, apoyado en el sistema eléctrico de 48 voltios – reacciona de forma más directa y rápida, logrando un paso por curva más plano. También se ha recalibrado el sistema de Torque Vectoring, que frena ligeramente las ruedas del interior de la curva para lograr un cambio de dirección más ágil. Seguirá siendo una tanqueta de dos toneladas, pero una tanqueta que ha ido a clases de baile de salón.
Por fortuna, unos frenos carbonocerámicos se encargarán de detenerlo una vez el motor V8 lo haya cargado de energía cinética. La comercialización del Bentley Bentayga S comenzará de forma inminente, a un precio aún no anunciado.