Lunaz es una empresa británica especializada en la conversión de coches clásicos a coches eléctricos. Puede verse como un proceso herético y blasfemo por parte de los más acérrimos amantes del coche clásico, pero prefiero ver su lado positivo: si las conversiones son reversibles o el motor del coche había dicho basta, son la mejor forma de mantener en la carretera esos coches tan especiales. Y para muestra un botón: esta conversión eléctrica de un Bentley Continental S3 Flying Spur es prácticamente perfecta.
Este Bentley no es el primer clásico que pasa por las manos de Lunaz. Ya han reconvertido a propulsión eléctrica coches como el Range Rover clásico, un Jaguar XK120 o un Rolls-Royce Phantom V. Precisamente, este último Rolls-Royce tiene mucho que ver con el Bentley Continental S3 Flying Spur. Porque son prácticamente el mismo coche, procedente de los años en que Bentley y Rolls-Royce estaban fusionadas. De hecho, Rolls-Royce fue propietaria de Bentley durante nada menos que siete largas décadas, hasta su divorcio final en el no tan lejano año 1998.
Por tanto, no sorprende que los Phantom V y el Continental S3 Flying Spur sean prácticamente el mismo coche. Igual que tampoco sorprende la decisión de Lunaz: convertir a propulsión eléctrica un Phantom les permite hacer lo propio con un Continental S3. El punto de partida de Lunaz fue un Continental en urgente necesidad de una completa restauración. El especialista británico no ha detallado su tren de propulsión, pero asumiendo que es similar al de los Phantom V, estamos hablando de una batería de iones de litio de hasta 120 kWh de capacidad.
Esta batería permite al coche recorrer 480 kilómetros sin necesidad de recargar. Y cuando necesite cargarse, será compatible con recarga rápida en corriente continua. El interior del coche permanece tal y como lo era cuando estaba movido por un motor V8 de 6,2 litros, pero con sutiles cambios en su instrumentación, además de la discreta integración de sistemas modernos de infotainment y la completa actualización de su tren de rodaje. Un restomod en toda regla, con un coste que arranca en unas mareantes 350.000 libras (poco más de 400.000 euros actualmente).
Aunque parezca sacrílego convertir en eléctrico este Bentley clásico, fue un coche diseñado desde cero para ser lo más confortable posible. ¿Qué hay más confortable que un coche de lujo acompañado de un propulsor 100% eléctrico y absolutamente silencioso?
Fuente: Carscoops