De la factoría de Bentley en Crewe acaba de salir el primero de los quince Continental GT Pikes Peak by Mulliner que se fabricarán para conmemorar el récord firmado por el fabricante inglés en junio del 2019 de la mano del piloto Rhys Millen, quien condujo el coche homónimo a la cima de la montaña en un tiempo de 10:18.488 minutos y reduciendo así la anterior marca en 8,4 segundos.
Gracias a su color Rodium no pasará inadvertido
En total serán 15 los afortunados que podrán disfrutar de esta edición especial realizada por Mulliner, los cuales, según hemos podido saber, se encuentran repartidos a lo largo de todo el globo, desde Estados Unidos hasta Nueva Zelanda, aunque no será hasta el mes de septiembre cuando reciban las llaves de su nuevo «juguete».
Bentley Continental GT
En el exterior nos encontramos con una decoración casi idéntica al la unidad que ostenta el récord en Pikes Peak, con un llamativo verde flúor que recibe la denominación Rodium, y un gran adhesivo con la imagen de unas cumbres nevadas que portarán el 35 % de la unidades. Tampoco pasan desapercibidas las llantas de 22 pulgadas en negro brillo de 5 radios dobles, tras las que se ocultan unas gigantescas pinzas de freno en color Acid Green, y que calzan unos neumáticos Pirelli P Zero con la serigrafía de la marca a juego.
El look exterior lo completa el reglamentario paquete con elementos en fibra de carbono, como el splitter delantero o el difusor trasero. Además, también cuenta con varios detalles en negro brillo como las carcasas de los retrovisores, la zona del portón del maletero entre las ópticas traseras o un discreto logo de Pikes Peak con unas montañas en sus aletas. El broche final lo pone la rejilla opcional de la parrilla delantera con el número ‘100’ en blanco haciendo alusión a que esa marca fue conseguida en el año del centenario de Bentley.
Interior negro con detalles verdes flúor a juego
El negro del tapizado en cuero y alcántara del habitáculo es el protagonista junto a los múltiple detalles a juego en color Rodium del exterior, los cuales están formados por los clásicos pespuntes a lo largo de la tapicería de los asientos, salpicadero o paneles de las puertas, así como en la rejillas de los altavoces Bang&Olufsen que componen su sistema de sonido. De nuevo nos encontramos con fibra de carbono, la cual es usada en las diferentes inserciones del salpicadero, puertas y consola central, rematada con detalles en aluminio. Tampoco podían faltar los logos Pikes Peak bordados en los reposacabezas de los asientos ni el trazado del circuito en color verde fosforito junto al tiempo conseguido estampado en la moldura de fibra de carbono frente al copiloto.
Bajo el capó nos encontramos con un W12 de 635 CV y unos impresionantes 900 Nm de par motor junto a una transmisión automática de 8 relaciones que es capaz de impulsar esta mole de más de 2,2 toneladas de peso hasta una velocidad máxima superior a los 330 km/h y conseguir un 0 a 100 km/h en 3,7 segundos. Todo ello acompañado del máximo lujo y refinamiento que se espera de un Bentley Mulliner.